C77 La noche de Argent, "el demonio plateado"

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|¡Espera!, ¡Espera! Si sigues asi se va a romper ¡Ah, ah, ah ⁓❤️!| 

|¡¿Qué demonios hombre?! ¿Ese gemido que?|

|¡Sigue así, estoy a punto de terminar!|

|¡Joder! si te pones así parece que estuviéramos haciendo algo sucio|

|¿Y no es así señorita Argent?|

|¡No, no lo es!|

En una mesa aislada de una tienda nocturna bastante sospechosa, en la que el olor de el tabaco y varios tipos distintos de narcóticos se mesclaban con el embriagante olor del alcohol de baja calidad, una tienda cuyo logo es una chica vestida de conejita sexi con una gran espada de batalla, una tienda sospechosa con un potente olor a humanidad y una música de bar clásica tocada por un delgaducho pianista. En aquella mesa tan apartada se estaba jugando un reto de vencidas.

Los participantes eran un hombre de complexión media con varios tatuajes por todo el cuerpo y una cabello grasiento con vestimentas clásicas que cualquiera podría asociar a un aventurero mientras que del otro lado una chica de pelo plateado y ojos rojos que vestía una capa negra sobre su simple vestido blanco el cual tenis una atractivo especial en este ambiente saturado por la sexualidad.

Sin embargo había un problema... Aquel hombre no soltaba su mano, pero tampoco hacia su mejor esfuerzo para ganar las vencidas.

El sudor que caía por la frente roja de aquella joven que hacia su mejor esfuerzo para ganar, el sonrojado rostro del hombre que parecía disfrutar de estar, era una imagen tan surrealista que resultaba reconfortante.

Un mesero paso a dejar un gran par de tarros llenos hasta el tope de cerveza, y reclamo el pago antes de entregarlas. Al parecer esto era para evitar que algún idiota inteligente saliera corriendo sin pagar.

Bebiendo una cerveza con una mano y luchando con todas sus fuerzas corporales por derribar la mano de su adversario el rostro de aquella chica sin sentido del peligro se fue poniendo gradualmente rojo mientras su nivel de ebriedad aumentaba.

Aunque el demonio en el interior de aquella chica no podía ponerse realmente borracho, lo que si podía hacer era seguir alinear su alma con el cuerpo y sumergirse en el estupor de la cerveza.

Los sentidos del demonio aun eran bastante débiles, mucho más tenues de los que recuerda cuando estaba vivo y viendo que no recuerda con precisión como era sentirse vivo pues todavía este muy lejos de sentirse menos muerto. Pero sin duda alguna hacer que esa chica rentara su cuerpo valió completamente al pena, fue una idea fugaz que asaltó la mente del demonio y que  para su suerte funciono mejor de lo esperado.

Tal vez era la intuición o algo similar, pero hizo un trato, algo similar a un contrato demoniaco, y gracias a solo unas cuantas palabras, la promesa de anular una deuda y que el objetivo de el contrato cooperara ahora ese cuerpo era suyo hasta que el sol saliera.

Luca... el demonio tendría algo de consideración con su nombre y no lo humillaría, pero su rostro por otro lado...

|Oye, chica, Argent es de verdad tu nombre o solo es un apodo?|

|Es un maldito apodo que significa plata en otro idioma, ahora no me hables que estoy a punto de lograrlo.|

|Vas a acabar?|

|¡Imbécil!|

|Insultarme más por favor, ja ja ja, entonces ¿lo escogiste por ti cabello?  Por tus características físicas yo creo que te quedaría mejor un apodo como la Muerte Roja.|

El demonio apodado de momento "Argent" se quedó quitó durante unos segundos.

|...... Qué demonios con ese nombre?|

No puedes morir, si ya estas muerto.Where stories live. Discover now