C6 Caminata

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Mor, esta niebla roja, es resultado de la influencia de Mor.

No estoy seguro de que les pasara a las almas que sean tocadas por esa niebla roja... no, prefiero no saber.

Como sea, el olor a humo que proviene de la niebla es desagradable, aun si mi cuerpo no puede sentirlo mi alma de alguna manera puede... Pero por algún motivo... Bueno no importa...

De momento mi prioridad  es alejarme lo más lejos que pueda del campo de batalla; no quiero perderme pero como carezco del sentido de la dirección, no importa realmente la dirección que elija, lo mejor seria dejar un rastro de dulces para no perderme, pero para mi desgracia no tengo ninguno de esos en mis manos... Tal vez un rastro de corazones?

Empiezo a caminar solo para hundir mi pie en una pila de carne molida, la sensación es de hecho similar a hundir el pie en un charco de lodo, supongo que estar poseyendo un cuerpo es parte del motivo por el cual mi sentido del tacto esta arruinado.

De ahora en más me enfocare en mis pies al  momento de caminar, si bien podría ignorar esta sensación... no puedo simplemente ignorar el hecho de estar caminando sobre restos humanos... Verdad? Quiero decir el hecho de haberlos matado yo no tiene relevancia... Verdad? Un segundo, ante quien estoy intentando justificarme?

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Sabes, es increíble la cantidad de tiempo que tuve que caminar para dejar de estar rodeado por cadáveres, han pasado 10 minutos, la frecuencia con la que encuentro cuerpos se ha reducido drásticamente, en este punto, los cadáveres respetan la distancia de seguridad entre ellos, aunque dudo que eso les sea de utilidad ya que están muertos.

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He caminado durante media hora, la niebla roja que representaba la influencia de Mor sobre las almas de los muertos a empezado a atenuar, así mismo los cadáveres han dejado de aparecer.

Tras dar unos cuantos pasos más me encuentro con lo que parece ser los restos de un campamento militar abandonado con mucha prisa. Inspecciono un poco el lugar y reúno en un solo punto todo lo que pienso puede serme útil; así, poco a poco fui llenando una lona violeta de armas rotas, armaduras en pésimas condiciones, vestimentas dejadas atrás. También encontré algunos mapas y trozos de mapas, esto talvez seria lo más útil entre todas las cosas pero por desgracia no se como leer un mapa.

Las ropas que encontré tampoco se encontraban en mejores condiciones que las mías así que improvisé una especie de toga con la tela de las carpas después de desempolvarlas y modificarlas un poco, sobre de ellas me equipe las piezas de armadura que estaban en las mejores condiciones, estas eran: una pechera de metal con un pequeño agujeró en la zona superior derecha, un guantelete de cuero reforzado con placas de metal y un par de grebas* y escarbes*. Envolví mi espada/ cuerpo y con la ayuda de un par de correas que saque de las armaduras me la colgué en la espalda, también me ajuste una de las correas a modo de cinturón, en ella me ajuste una alforja* que había sido dejada atrás, esta tenia un hueco en el fondo pero como solo guarde los mapas en ella no me preocupe por eso.

[Greba: es una pieza de la armadura antigua que cubría la pierna desde la rodilla hasta la base del pie. Escarpe: pieza de la armadura que cubre y defiende el pie.  Alforja: son las bolsas, talegas,​ sacas o maletas, usadas tradicionalmente desde la antigüedad como complemento asociado a las caballerías.]

El resto de objetos las envolví en otro pedazo de tela y me las cargue en la espalda a pesar de no ver realmente una utilidad en ellas. Tras haber loteado todas las cosas útiles del campamento abandonado, seguí caminando, pero esta vez decidí seguir las huellas dejadas por los caballos.

No puedes morir, si ya estas muerto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora