No puedes morir, si ya estas muerto.

C56 Descansó pero no durmió.

PoV el único y reconocido, nuestro desagradable espectro... Ruby.

La fresca brisa de primavera soplaba bajo el cielo nocturno de la ciudad de Silitur.

Y yo caminaba tranquilamente mientras sonaba la onceaba campanada.

Aunque digo que la brisa es fresca no se realmente si es así no, al fin y al cabo no siento del todo bien con este cuerpo, pero supongo que eso es lo de menos.

Han pasado un par de semanas desde el ocurrido con Akatsuki.

El motivo por el que aún no he partido hacia la capital era que estaba esperando a Caraculo, pero al parecer el está ocupado con algo así que enviara a uno de sus asistentes en su lugar.

Pero bueno, eso realmente no importa mucho.

Me abro paso y entro en una tienda de aspecto sospechoso en la esquina de un callejón apartado.

|Oh? Ruby que bueno que estás aquí, estamos algo faltos de personal.|

Suspire mientras saludaba al dueño del lugar.

Esta es una cantina, he estado trabajando a medio tiempo en este lugar para conseguir dinero y matar un poco el tiempo.

Rápidamente me dirijo a la cosina dónde me cambio al uniforme del lugar.

El cual es...

Una bonita camisa de diseño floral y unos shorts de cuero negros...

Son cosas como estás las que me recuerdan que al fin y al cabo mi cuerpo tiene una complexion femenina.

Puede que este tipo de atuendo no sea demasiado llamativo en la tierra, pero acá por algún motivo enseñar los muslos se considera más lascivo e indecente que enseñar los pechos.

Así es, este es una especie de local lascivo.

Para hacer una comparación con la tierra sería similar a un restaurante donde las meseras van vestidas de conejitas.

Ejem, ejem.

De cualquier modo pasado un tiempo, en el descanso hablé con mi jefe.

|Sabés, me gusto el tiempo que pase aquí, pero muchas personas son el viaje y no el destino, como dise el dicho, todo lo bueno llega a su fin el algún momento...|

|Estás... renunciando?|

|Bueno... No quería decir esto pero tengo algunos asuntos que atender en la capital del imperio y son especialmente concernientes al principe heredero así que...|

|Entiendo.... Y cuando volverás?|

|Justo de eso quería hablarle, pero antes de eso, podrías darme la paga de hoy?|

Con un poco de duda el hombre puso el dinero en mis manos.

Justo en ese momento.

|Soy Franchesco virgolini, la máquina más veloz de tote Italie, fiauuuuuuu.|

Y así me escape del lugar con mi última paga a toda velocidad y con el uniforme aún puesto, más tarde volví al palacio de gobierno para cambiarme.

Ante la mirada sorprendida del dependiente solo puedo decir... Eso fue divertido.

A continuación fui al casino que se volvió un sitio recurrente de perdida de dinero y le pegue una patada en las partes nobles al dueño antes de huir.

Con un sentimiento de ligereza y rejuvesimiento, introduje aire en mis pulmones.

Esto era vida... O al menos lo que se podía vivir después de la muerte.