X. Mi culpa

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒆𝒓:

Abrí mis ojos lentamente. Con solo ver un techo viejo y de color arena deducí que me había desmayado en el campo. Intenté mover mi mano hacia mi rostro sin embargo algo la sostenía. Miré hacia mi costado y Adhara se había dormido sobre mi brazo, sentada en una silla y encorvando su espalda. No pude evitar sonreír, me recordaba al año pasado, cuando ella estaba en mi lugar y yo en el suyo.

Miré a mi alrededor, me encontraba en la enfermería y parecía estar amaneciendo. También habían varias camas cubiertas por sabanas, de seguro allí se encontraban los petrificados. Por último miré mi hombro derecho, estaba cubierto de gazas y me dolía mucho.

Intenté acomodarme pero en su lugar solté un gruñido por el dolor de mi hombro. Al escucharme, Adhara se despertó y me miró de forma seria.

- Hola - Me dijo mientras se frotaba su dedo en el ojo.

- Hola - Le dediqué una leve sonrisa.

- Eres estúpido - No pude evitar reírme aunque me arrepentí segundos después al sentir aun mas dolor en el hombro - Llamaré a Pomfrey.

- No - Dije y con mi mano izquierda agarré su muñeca para detenerla - Si viene te sacara de aquí y te necesito un rato más para mí solo - Las cosas entre nosotros estaban mal, muy mal, sin embargo la necesitaba a mi lado. Dudo unos segundos pero finalmente se quedó - ¿Nos quitaron muchos puntos? - Frunció el ceño enfurecida.

- Oliver... ¿Te acabas de romper el hombro y solo te preocupas por los puntos? - Me miraba enojada y preocupada.

- Que puedo decir, soy competitivo - Rodó los ojos intentando no sonreír pero noté como se mordía los labios para mantenerse seria. Nos quedamos unos segundos en silencio mientras yo observaba su rostro tan... perfecto.

- Veinticinco puntos menos a cada uno - Dijo de la nada a lo cual casi lloro. Abrí mi boca de par en par sorprendido y por poco más me desmayo de vuelta - Pero estas vivo, aunque McGonagall te gritará por tu irresponsabilidad. Pomfrey se reunió con los profesores anoche y aproveché para venirte a ver, es temprano pero llegará en cualquier momento - Asentí con la cabeza, entendiendo la situación.

- ¿Como te enteraste que estaba así? - Pregunté con curiosidad.

- Mateo vino desesperado a mi mesa diciendo "¡Fue mi culpa, fue mi culpa, no debí dejarlo solo con la bludger!" y juraría que casi se larga a llorar en medio del Gran Comedor - Sonreí imaginándome la escena. Sí, eso es algo que haría Mateo.

- Adhara... ¿Podemos hablar? - Dije después de estar unos minutos en silencio. La escuela se encontraba en silencio, los alumnos estaban en sus salas comunes y los petrificados no eran muy conversadores.

- Ya estamos hablando - Sonreí levemente y negué con la cabeza -. Mira a pesar de que estoy muy enojada y dolida todavía te quiero, por eso vine, pero no te puedo perdonar... la besaste sabiendo que estabas conmigo Oliver - Negué con la cabeza rápido, listo para defender la verdadera situación.

- No fue así - Frunció el ceño -. No te mentiré, es verdad que nos besamos - Suspiró indignada, como si solo hubiese hecho falta que yo lo dijera para confirmar que había pasado -, pero me aparte apenas posó sus labios sobre los míos.

- ¿Qué? - Preguntó intentando saber más.

- Ella creyó que aun seguía soltero y me besó, pero la alejé y le dije que estaba contigo. Por eso te pidió disculpas, por no saber de lo nuestro. Yo lamento habértelo ocultado, ese fue mi error, pero jamás besaría a otra persona teniéndote a ti. Te amo, Adhara Shine, no me cansaré de decírtelo - Ella esbozó una pequeña sonrisa y asintió con la cabeza, en silencio. 

- Perdón por no habértelo preguntado antes, debí haber escuchado tu versión. Yo también te amo, Oliver Wood - Sonreí y se acercó a mí dándome un cálido y necesitado beso. Con mi mano sana acaricié su cabello y al separarnos mi corazón no podía latir más fuerte.

- Por favor, señorita Pomfrey - Escuchamos la voz de Mateo entrando por la enfermería junto con la señorita Pomfrey - Son cinco minutos, solo cinco minutos, mire - Dijo elevando su mano y mostrándosela a la enfermera - Un, dos, tres, cuatro, cinco... cinco minutos que hablo con Oliver - Con cada numero se iba tocando un dedo, como si le explicara como contar.

- Ya le dije que no, Campos, no insista - Dijo en un tono serio la señorita Pomfrey. Mateo suspiró cansado. Un segundo después ambos nos miraron a mí y a Adhara - ¡Theory! ¡Ya le dije que no puede entrar sin mi permiso! - Me mordí la lengua para no reír a carcajadas - Será mejor que los dos salgan de inmediato si no quieren que le pida al profesor Snape que les descuenten puntos o les asignen un castigo - Mateo salió volando como un rayo fuera de la enfermería mientras que Adhara posó un dulce beso en mi frente para, finalmente, salir del lugar.

𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora