𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver Wood

XXI. Culpa

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:

- Es una cita de amigos, chicas - Agarré mi campera y la pasé alrededor de mis brazos, vistiendo la prenda con sencillez. Estaba en el baño así que me miraba al espejo mientras me producía.

- ¿Desde cuando las citas son para amigos? Son para novios o para personas que quieren ser novios - Se acercó Camila y cerró sus ojos intentando darme un beso, la aparté riendo despreocupadamente.

- Camila tiene razón. Él te invitó a una cita, quiere salir contigo - Allison se acomodó en su sillón mientras acariciaba a su gato.

- No quiere salir conmigo, no le gusto, ya quedó claro - Me acerqué a la puerta del baño para verlas mientras charlabamos.

- ¿Sigues enojada por lo del partido de Quidditch? Pero si ya se solucionó todo y Marcus Flint tuvo que estar una semana con Snape - Camila rió ante el recuerdo - Creo que se traumó - Reí suavemente también, bien merecido lo tenía.

- No sigo enojada, pero esta claro que yo no le importaba, sino me lo hubiese dicho a pesar de mi pequeño engaño - Usé la lógica a mi favor para esta discusión.

- Pero se arrepintió y pidió perdón - Allison dejó a su gato a un lado, interesada en hacerme entender que Oliver gustaba de mí.

- Y ahora se llevan mejor - Camila se sentó al lado de ella, asintiendo y compartiendo opinión.

- Con mas razón, si le llegase a gustar es por pena y culpa, porque gracias a que no me dijo nada me caí de la escoba a metros de altura. Y, si me disculpan, voy a llegar tarde si no me dejan de molestar. Nos vemos en unas horas - Me dirigí a la puerta de la habitación y salí, llegaría tarde si no me apuraba.

No soy resentida, pero siento que solo es mi amigo por culpa. No le digo esto a Oliver porque el me negaría que es por eso, sin embargo estoy casi segura. Voy a pasar unos meses con él y cuando ya se sienta mejor se irá, así que mejor no encariñarme.

Me subí al tren y busqué un lugar. Fui vagón por vagón pero estaban todos llenos hasta que...

- ¿Este lugar esta ocupado? - Pregunté sonriendole de forma juguetona.

- No, ven - Entré y me senté a su lado. Su perfume llenaba el espacio a pesar de que la ventana estaba abierta - ¿Como estás, Shine?

- Bien, ¿Y tú, Wood? - Me sonrió de oreja a oreja.

- Bien...

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒆𝒓:

- Aquí tienen, dos cervezas de mantequilla ¡Disfruten! - La señora Rosmerta nos sirvió todo sobre la mesa después de pagarle y se fue a atender a otros adolescentes.

- Bien, ¿De que estábamos hablando? - Remontó la conversación que teníamos en el tren, las charlas entre nosotros se daban de forma fluida y casual, cosa que me gustaba.

- ¡Ah! Sí, quería proponerte algo. Ya que sigues en el equipo de Quidditch y pronto será tú último partido se me ideó que podríamos retomar las clases - Ambos tomamos cerveza. Ella frunció el ceño antes de sonreír.

- A mi me encantaría pero ¿Por qué? Digo, antes lo hacíamos para ayudarme a entrar al equipo, pero ahora ya no lo necesito así que... - La interrumpí antes de arrepentirme.

- Para entrenar - Desvié mis ojos por unos momentos. No sabía si meter en esto a Adhara, tampoco quería presionarla ni mucho menos.

- Dime la verdad, eres muy malo mintiendo - Suspiré derrotado.

- Hace ya un tiempo tuve un sueño, era un movimiento muy complicado y ni siquiera sé si yo pueda lograrlo pero era muy útil. Hace poco lo volví a soñar, entonces quiero probarlo - Tomé un sorbo de mi bebida para llenar el silencio.

- Bien, y ¿Cómo es?

-Flashback-

Ella me miró y asintió con una sonrisa algo tímida, dio un suspiro y avanzó con su escoba a toda velocidad, poco a poco se fue levantando y una vez que se paró sobre su escoba intentó derrapar. Algo hizo mal, capaz un pie mal puesto, demasiada inclinación o tardó demasiado en girar pero, sea lo que sea, hizo que ella comience a caer.

-Fin del Flashback-

- No te mentiré, es difícil. Es un derrape en la escoba pero parada, y al terminar de derrapar dar un salto, tirar la quaffle hacia el aro, volver a tu escoba y que la quaffle te anote diez puntos - Ella abrió los ojos de par en par con la boca abierta y casi que tira su cerveza de mantequilla si no fuese porque la agarré a tiempo.

- Eso es... - Comenzó sorprendida.

- ¿Loco? ¿Imposible? ¿Descabellado? - La interrumpí tratando de terminar la frase.

- ¡INCREÍBLE! - Gritó, varios en el bar la miraron raro pero siguieron con sus vidas tras unos segundos - ¿En eso sueñas? Que gran sueño, ¿Y lo lograbas? Necesito saber más.

- Técnicamente yo no lo hacia... pero creo que si se puede hacer. Entonces ¿Quieres entrenar conmigo? - La miré esperando una respuesta.

- ¿Qué sí quiero? Enviemosle una lechuza a los chicos, hoy tendremos que entrenar una estrategia de Quidditch... - Se levantó de la silla, agarró mi mano y salimos de "Las Tres Escobas" a una velocidad impresionante.