XXVII. Estoy en casa

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:

Ya pasó un mes desde mi pelea con mis padres, uno pensaría que vinieron a disculparse o que no habría remordimientos sin embargo así no hacemos las cosas en mi familia. Jamas me había peleado tan fuerte con ellos, pero sabía que siempre hay resentimientos. A pesar de perdonarse en el fondo algo cambia, es como envenenar una fruta, a menos que la destruyas y a pesar de que le intentes quitar lo toxico siempre va a quedar una gota envenenada.

Para sorpresa de muchos tanto Oliver, como Mateo, Allison, Camila y yo aprobamos los T.I.M.O., Salimos a festejar a Las Tres Escobas y molestamos a algunos chicos de años menores, incluidos Potter, los Weasley, Parkinson, Malfoy, Sheywood, entre otros.

Le pedí a las chicas que no le dijeran nada a Oliver, no quiero que me miré triste contando los días hasta que me vaya, haría todo a mi alcance para disfrutar el tiempo que quedaba. Hablando de Oliver, los recuerdos juntos vienen a mi como una película cada noche.

-Flashback-

- ¡Come mas despacio! - Reí a carcajadas. Ambos estábamos sentados en las gradas, uno de los lugares más tranquilos dentro de Hogwarts, por lo menos cuando no hay partidos de Quidditch que jugar.

- Perdón pero es que acabo de terminar un partido amistoso y tus buñuelos con chocolate derretido son verdaderamente deliciosos - Habló con la comida en la boca y se tragaba cada buñelo que había en el plato. Cocinarle fue una mala idea.

- Lo sé, cocino muy bien, es un beneficio de vivir con mi abuela.

- Voy a comer esto el resto de mi vida - Le serví agua en un vaso mientras reía levemente.

- Cuando te atragantes no te llevaré a la enfermería así que, por última vez, ¡Come-mas-despacio!

-Cambio de Flashback-

- ¡¿Que pusiste qué?! - Lo miré sorprendida. Es que este chico era tonto.

- Todo el mundo comete errores... - Comenzó apenado. Por mi parte le lancé un libro de tapa dura.

- ¡SHHH! - Nos miró enojada la señora Pince. Ambos la ignoramos revoleando los ojos.

- ¡Oliver! - Susurré con fuerza - ¿Como vas a poner que se necesitan 10 gotas de agua del río Lethe para la poción del olvido? ¿Acaso quieres reiniciar absolutamente toda la memoria de una persona? - Intenté hacerlo entrar en razón, pero no había caso.

- 10, 5, son lo mismo - Le volví a pegar con mi libro, iba a reprobar seguro.

- ¡DOS! ¡SON DOS GOTAS! - Aclaré a los gritos.

- ¡SHHH! - La señora Pince de vuelta.

- No me sorprendería que hayas reprobado los T.I.M.O. - Dije finalmente.

-Cambio de Flashback-

- ¿A que hora te veo en la estación? - Preguntó antes de irse.

- En dos horas - Respondí siendo exacta.

- No llegues tarde, te espero en la tienda de música. Mateo quiere comprar un instrumento, ya sabes como es él - Reí abiertamente, Mateo cambia todo el tiempo de profesión a futuro, no lo tiene muy seguro según Oliver.

𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora