𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver Wood

XXVI. Tranquila cariño

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:

Salí de la clase de Defensa contra las artes oscuras, por fin viernes. Las chicas tenían que asistir a un ensayo del coro, al cuál Camila pudo entrar, y Oliver con Mateo tenían practica de Quidditch, por lo tanto hoy estaba sola. Caminé hacia las afueras del castillo cerca de la cabaña de Hagrid pero no tanto como para que pudiera ver gente. En las afueras del castillo y antes de adentrarse en los bosques hay una llanura con un color verde brillante. Me senté apoyada en la pared y abrí un libro que me presto el profesor de estudios muggles. El libro se llamaba "Los juegos del hambre", parecía divertido y de acción lo cuál me interesó.

Abrí la primera página y comencé a leer en silencio y tranquilidad, desde ese lugar parecía como si la escuela estuviese vacía, como si los pájaros dejaran de cantar, como si el viento dejara de soplar y como si ya no hubiese nada mas en el mundo que un gigante silencio. El ambiente era pacífico y el aire más fresco, más accesible si se podía. Lástima que fue interrumpido por una gran sombra que se posó delante de mí.

Levanté la cabeza al instante y observé a mi madre y a mi padre sonriendo al verme, dejé mi libro a un lado y los abracé de un salto.

- ¿Qué hacen aquí? - Me separé de ellos y los miré, ambos parecían contentos.

- Te enviamos una carta ¿Acaso no te llegó? - Preguntó papá frunciendo el ceño.

- Sí, pero estuve ocupada y me olvidé de contestarles - Admití con algo de culpa. Entre Oliver, los exámenes y las chicas el tiempo se me había pasado volando.

- No pasa nada cariño - Mi madre no había perdido su voz tan dulce de siempre -. ¿Qué hacías aquí fuera tan sola? - Señaló nuestro alrededor vacío. Miré el libro en el suelo y lo agarré para mostrarselos.

- Leía un libro muggle que me prestó un profesor - Expliqué con una sonrisa, me ponía contenta volver a verlos.

- Bueno cariño, nosotros vamos a entrar porque tenemos que hablar con el director Dumbledore sobre algunas cosas, ¿Te quedas aquí o nos acompañas? - Preguntó papá señalando la entrada al colegio.

- Me quedo aquí, gracias por pasar a saludarme ¿Nos vemos más tarde? - Ambos asintieron con la cabeza, sonriendo - Adiós...

- Adiós... - En cuanto desaparecieron de mi vista devolví mi mirada a la lectura.

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑪𝒂𝒎𝒊𝒍𝒂:

- ¡Lo hiciste muy bien hoy, Camila! ¡Sigue así! - Me felicitó el profesor con una sonrisa de oreja a oreja.

- Gracias profesor Flitwick - Allison y yo salimos de la sala contentas. Jamás imaginé que el coro podría ser tan divertido.

- Tienes un don - Me susurró en el oído mi amiga, a lo cual sonreí. Allison suele ser cariñosa pero de igual manera me gusta que me diga cosas lindas, sus palabras siempre me importaron más que las de la mayoría. 

Al caminar cerca de la oficina de Dumbledore nos cruzamos con los padres de Adhara, los cuales miraban distraídamente su alrededor. Al vernos, saludaron animadamente y sonrieron alegremente.

- ¡Hola niñas! ¿Como están? Hace mucho no las veíamos - El padre de Adhara nos saludó con la mano mientra que su madre nos dio un beso en la mejilla a cada una.