VIII. El sueño

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒆𝒓:

- Nos la pasamos hablando de varios temas. Quidditch, amistades, colegio, etc. Tanto así que se nos paso toda la tarde y ella se fue corriendo porque tenia que encontrarse con sus amigas - Me senté en el sofá delante de la chimenea, Mateo se sentó a mi lado.

- Si que te tiene mal, estuviste hablando de ella en todo el camino - Fruncí el ceño y negué con la cabeza.

- ¿Que? No, solo me divertí y quería contártelo. No creí que tendría tantas cosas en común con ella.

- Bien, entonces no tendrás problema en no hablar de ella por dos horas - Asentí despreocupado, claramente estaba exagerando - Cambiando de tema, ¿Sabes si Taylor fue a Hogsmeade? Capaz la viste en Las Tres Escobas - Negué con la cabeza. Mateo siempre fue un chico muy solicitado por las chicas, lo cual en cierta forma lo hacía divertido - La iré a buscar, tú vete a dormir que te ves fatal y mañana tenemos prácticas - Se fue de la sala común dejándome solo con mis pensamientos. 

Me levanté y caminé a mi cuarto. Aun que lo negué en su momento, si es verdad que no me puedo olvidar de Adhara y de su sonrisa, creo que me dio amortentia porque no es normal. De todas formas no creo que sea tan importante, tan solo fue una experiencia... distinta, nada más. Una vez que llegué cambie mi ropa y me acosté sobre la cama quedándome dormido casi al instante.

_____

Estaba sobre mi escoba derrapando en el lado izquierdo del campo de Quidditch. Miré hacia el lado derecho y vi a Adhara sobre su escoba.

- ¡TU PUEDES! - Le grité con las manos alrededor de la boca de forma que se oiga mas alto para que me escuche.

Ella me miró y asintió con una sonrisa algo tímida, dio un suspiro y avanzó con su escoba a toda velocidad, poco a poco se fue levantando y una vez que se paró sobre su escoba intentó derrapar. Algo hizo mal, capaz un pie mal puesto, demasiada inclinación o tardó demasiado en girar pero, sea lo que sea, hizo que ella comience a caer. Volé con todas mis fuerzas, como si el tiempo no existiera o como si me faltara el aire cuando estuviese a punto de estrellarse contra el suelo.

Llegué a tiempo y la atrapé entre mis brazos pero estaba tan preocupado en salvarla que me olvidé de salvarme y como consecuencia ambos caímos. Por suerte ya estábamos cerca del suelo pero no evito que doliera.

- ¿Estas... bien? - Le pregunté entre quejidos.

- Sí, bien... ¿Me recuerdas el significado de "bien"? - Bromeó.

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Me desperté sonriendo, miré a mi costado y la luz de la ventana me pegó directo en el rostro. Me enderecé sentándome y sonreí de oreja a oreja. Ese sueño había parecido tan real, y estaba cargado de tanta adrenalina...

- ¿Por qué sonríes así, Wood? - Me giré en dirección a Mateo, quien estaba recostado sobre su cama.

- ¿Ya pasaron dos horas desde ayer?

𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora