𝐕𝐈𝐄𝐍𝐍𝐀 ➻ «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ»

➻ 07

Cuando Jungkook tenía seis o siete años, llegó a su clase una maestra sustituta. Era una señora algo mayor y bastante estricta, que incluso lo había separado de Taehyung, casi al otro lado del salón, porque "hablaban demasiado" y claro que lo hacían.

¡Eran los mejores amigos! ¡Eso era lo que los mejores amigos hacían!

Realmente él no entendía por qué su anterior maestra no estaba. Ella era buena, y siempre les sonreía y podía entender todo lo que enseñaba. Ya no entendía nada, pero luego escuchó de sus compañeros que ella se había casado, así que estaba de viaje y no volvería en dos semanas.

No lo entendía.

— ¿Qué haces cuando te casas? — le preguntó a Taehyung esa misma tarde, mientras jugaban cerca de la piscina inflable en el jardín de su casa. — ¿Sólo vas de viaje muchos días?

— No sé. — se encogió de hombros, muy concentrado en sacar un muñeco atascado en la rueda de su auto de juguete. — Mi mamá y mi papá están casados, pero no sé si viajan... — pareció pensar, aun haciendo fuerza. — Sí viven juntos.

— Mis papás también. — asintió el menor, pensando.

Taehyung gruñó, frustrado, y miró a Jungkook, porque pese a estar ocupado, jamás estaba demasiado ocupado para él y prestarle atención.

— TaeTae, ¿casarse es vivir juntos?

— Uh... Eso creo. — no estaba seguro, en realidad.

— Entonces, ¿nos vamos a tener que casar? — para ese entonces, ambos niños ya tenían planeado vivir juntos un día, cuando fueran muy grandes. — ¿Así como ellos?

— Tal vez. — si eso hacía falta para tener una casa al crecer, no sería mucho problema, así que sonrió. — ¿Tú te quieres casar conmigo?

Jungkook asintió con la cabeza, sin dudarlo.

— Claro, pero tengo que preguntarle a mamá si me deja. — dijo, poniéndose de pie para correr hacia ella. — ¡Mamá!

— ¿Sí, bebé? — se agazapó frente a él para acomodar los mechones mojados y apartarlos de su cara.

— Cuando sea grande, ¿puedo casarme con TaeTae?

Los cuatro adultos se detuvieron en seco ante esa pregunta, y miraron a Jungkook a la vez que Taehyung lanzaba un grito de victoria al lograr sacar el muñeco de la rueda, como si hubiera ganado una copa mundial.

— ¿Casarte con Taehyung? — repitió la señora Kim, creyendo que había escuchado mal.

— ¡Sí, eso! — asintió, en tanto Taehyung se acercaba muy feliz de su hazaña. — ¿Sí puedo? Él me preguntó.

— Taehyung, ¿le preguntaste a mi hijo si se quería casar contigo? — inquirió el señor Jeon.

— Ajá. — asintió inocentemente. — Me quiero casar con Kookie.

— Yo también quiero. — asintió el menor.

— Bueno... Si cuando crecen quieren casarse, está bien. Sólo esperen a ser mayores. — asintió el padre de Taehyung, antes de comenzar a servir. — Ahora laven sus manos, ya casi está la cena.

Ambos asintieron e hicieron una carrera hasta el lavabo del baño.

La idea de casarse se borró de sus mentes con el tiempo, porque había sido algo propio de la curiosidad infantil, y porque entendieron que los casamientos requerían de más cosas como gustar de alguien, así como les pasaba con las estrellas de sus programas favoritos.