➻ 08

476 62 37
                                    

Había ocasiones (muy penosas y horribles ocasiones) en donde el miedo de una persona se exteriorizaba como una completa parálisis. La mente se ponía en blanco, las extremidades se sentían como congeladas y un frío agudo se colaba en el pecho.

Todas esas sensaciones hacían que toda la situación resultara aún más aterradora y hasta ese momento, donde estaba siendo apresado contra una pared y besado por un completo extraño, Jungkook jamás había sido consciente de que él era la clase de persona que reaccionaban al miedo de esa manera, pero la incapacidad para hacer... cualquier cosa, lo llevó simplemente a cerrar con fuerza sus ojos mientras sentía su corazón apretándole en el pecho.

No estaba seguro de cuantos segundos pasaron hasta que el extraño se separó de él, pero finalmente abrió sus ojos, mirándolo directamente, y de no ser porque lo estaba sujetando de la cintura, estaba seguro de que sus piernas habrían cedido, porque estaba temblando como un cachorro.

— ¿Qué sucede? ¿Estás avergonzado? — el extraño se rio, y se inclinó para darle otro beso, pero finalmente, Jungkook reaccionó al menos un poco y colocó una mano en su boca para detenerlo.

Su mano estaba temblando también, muy ligeramente, pero se las arregló para que su voz saliera más o menos estable: — Quiero que me sueltes.

Eso pareció confundirlo, porque sonrió como si Jungkook hubiera dicho algo muy divertido y él no intentaba ser gracioso. Quería alejarse cuanto antes, entrar a su apartamento, donde estaba a salvo, donde podría abrazar a Gureum y ponerle seguro a su puerta.

— ¿Quieres que te suelte? — repitió con gracia. — ¿Desde cuándo?

— Desde ahora. — musitó.

El extraño alzó ligeramente las cejas, pero deslizó sus manos fuera de su cintura y se apartó lo suficiente como para que Jungkook tuviera espacio personal otra vez, aunque no dejaba de observarlo de una manera extraña que lo hacía sentir incómodo.

— Ya entiendo. De seguro tuviste un mal día. — dijo entonces, acercándose un paso. Jungkook se habría alejado de no ser porque estaba de espalda a la pared del pasillo y le era imposible retroceder. — ¿Por qué no entramos y dejas que te ayude a relajarte?

— No. — soltó sin dudar.

— Oh. ¿Prefieres que vayamos al mío?

Jungkook quizás fuera (conscientemente) apenas un adolescente, pero había recibido la suficiente educación, mayormente en casa, para entender las intenciones tan claras de ese sujeto. Era como... como Yoongi hyung y el chico de la barra, sólo que está situación era más aterradora y extraña.

— No. Yo... — suspiró, tratando de no sonar tan confundido como realmente se sentía. — Estoy ocupado. Tengo mucho trabajo y... Preferiría que... no entraras a mi departamento.

Era un poco frustrante no saber cómo decir lo que quería de una manera simple y clara. No la encontró, mucho menos al estar sintiéndose tan... indefenso, o con la guardia en alto. Yoongi hyung había dicho "Está bien besar a un desconocido si el desconocido estaba de acuerdo con eso." ¡Pero ahora era Jungkook quien no estaba de acuerdo, incluso si quizás ese chico no era realmente un desconocido!

El desconocido no sonrió esta vez. Sólo lo miró, y luego echó una mirada a la puerta del departamento de Yoongi hyung. Jungkook había salido de allí, e incluso se preguntó si habría manera en que Yoongi hyung saliera para ayudarlo, pero esa idea se vio interrumpida cuando el desconocido volvió a hablar.

— ¿Estabas ocupado y... en casa de tu vecino? — no sonó como si realmente estuviera preguntando.

Sonaba y se veía un poco molesto.

𝐕𝐈𝐄𝐍𝐍𝐀 ➻ «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ»Where stories live. Discover now