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Antes de entrar de lleno en los diecisiete, Jungkook quería rememorar un poco de los dieciséis, porque había sido una edad lo más similar a una increíble montaña rusa y, tal vez, su año más feliz hasta el momento.

Una de las dos cosas más importantes a esa edad fue el momento que causó una ligera... expansión en su hogar.

El año de los dieciséis fue también el año en que sus padres cumplirían veinte años desde que estaban juntos (como pareja, no matrimonio) y luego de haber tenido aquel vistazo del futuro en el que él no había sido un hijo tan amoroso, presente y considerado que siempre debió haber sido, Jungkook sentía la enorme necesidad de hacer algo especial para ellos en esa fecha especial.

Bueno, en realidad, no era una persona que pudiera hacer cosas demasiado elaboradas con sus limitados recursos, pero luego de estar de acuerdo, y con ayuda de Taehyung y sus padres, organizó una cena especial para sus propios padres el día antes de su aniversario, y les obsequió dos boletos ida y vuelta a la isla de Jeju (pagados con ahorros y contribución) para que pudieran tener unas pequeñas vacaciones románticas improvisadas.

Todo resultó genial y ver sus sonrisas felices y agradecidas al recibir el obsequio había valido totalmente la pena, y lo hizo sentir realmente increíble, incluso si los había extrañado en esos días de ausencia... pero entonces...

Dos meses después, su madre apareció con una prueba de embarazo positiva.

Uhm...

Bueno... Jungkook no había tenido un hermano en su tiempo en el futuro, y si toda acción tenía consecuencias, no quería sentarse a imaginar o pensar que su contribución con un lindo gesto acabó causando que tuviera un hermano en camino, ¿pero al menos ese hermano tendría el consuelo de saber que fue concebido en una fecha especial...?

Sí, tampoco quería pensar en sus padres concibiéndole un hermano.

En sí, la noticia cayó como un rayo, y si bien de cierto modo estaba feliz. La idea de un bebé en la casa, en su casa, donde había pasado todos sus años como hijo único y mimado, era un tanto difícil de asimilar, pero con el tiempo simplemente intentó resignarse a lo inevitable.

— ¿Quieres que sea niña o niño? — había preguntado Taehyung una tarde en el parque, mientras revisaban la lista.

Jungkook sabía que su propio nombre había sido elegido por su padre, mientras que su nombre internacional había sido idea de su madre, de manera que, lógicamente (y considerando que en teoría el futuro bebé existiría indirectamente gracias a él) se consideró en todo derecho de ser quien eligiera esa vez, y sus padres adoraron la idea.

Con ayuda de ambos, y de Taehyung, hizo dos enormes listas tanto con nombres femeninos, masculinos y neutros (una para nombres coreanos, otra para nombres internacionales) y fue descartando poco a poco hasta reducir sus opciones, pero sin decidir aún.

— ¿Puedo elegir ninguno? — preguntó en un suspiro.

— Oh, vamos. ¿En serio no estás emocionado por ser un hermano mayor? — se rio, sosteniéndose con cuidado de la enorme rama en la que estaba sentado.

Tal vez fueran un poco mayores para seguir subiéndose a los árboles, pero, francamente, a ninguno le importaba demasiado. La vista era buena, el ambiente tranquilo, y el momento era pequeño, pero feliz. Estaban bien con eso.

— Lo estoy. Bueno, algo, es sólo que es un poco raro.

— ¿Raro por qué? Ojalá yo tuviera un hermanito. — exclamó mientras sus pies se balanceaban. — ¿Crees que a esta altura mis padres estén dispuestos a cambiar de opinión acerca de tener más hijos?

𝐕𝐈𝐄𝐍𝐍𝐀 ➻ «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ»Where stories live. Discover now