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Luego de ir a casa, lavarse la cara, una ducha rápida (porque había sudado a causa del calor), un buen cambio de ropa, y ponerle la correa a Gureum, Jungkook estaba listo para ir a Busan, agradecido de que Jaein y Hoseok no hubieran tardado tanto en la misma rutina, y logrando que el viaje comenzara pasado el mediodía.

Para cuando habían hecho seguramente la mitad del camino, Jungkook comenzó a plantearse en qué rayos estaba pensando. ¿Estaba a punto de cometer una locura? ¿Estaría dispuesto a cometerla? ¿Sería algo bueno? ¿Algo malo?

— ¡A impedir una boda! — exclamó Hoseok, alzando su puño fuera de la ventanilla, mientras su otra mano estaba al volante.

— ¡Ya deja de decir eso! — reclamó Jungkook a su lado, sosteniendo el osito de peluche favorito de Gureum. Era ese que rechinaba. — ¡No vamos a impedir nada!

— ¿Ah no? — se extrañó Jaein.

— Déjame darle algo de drama al asunto. — se defendió el pelirrojo. — Ya no tenemos empleo. No hay nada más que perder, equipo.

— Bueno... no significa que vayamos a arruinarles el día. — Jaein comentó en los asientos traseros, sosteniendo a un muy feliz Gureum, que sacaba su cabeza y lengua por la ventana, a gusto con la brisa que lo golpeaba. — Aunque... sí, no puedo creer que estamos haciendo esto. Ustedes están dementes.

— Tengo que asegurarme de que Taehyung no me odiará. — se defendió el menor.

— Puedes hacer eso por mensaje.

— No, no puede. Eso le quita importancia. — respondió Hoseok, mirándola por el espejo retrovisor. — "Oh, realmente me preocupa perderte y que me odies, pero no lo suficiente para ir a decírtelo en persona, así que te enviaré un mensaje." ¿No crees que eso asesina la pureza del sentimiento?

Ambos lo miraron con confusión.

— Tú realmente necesitas pareja. — suspiró el menor.

— ¿Disculpa? Tú te acostaste con la única y última pareja que tuve. — se defendió dignamente, sin esperarse que el menor empezara a golpearlo con el oso de peluche, haciendo que rechinara a cada golpe. — ¡Hey, cuidado, adúltero! ¡Estoy conduciendo!

— ¡Ya dije que lo siento! — exclamó tras darle otro golpe, oyendo los ladridos de Gureum al oír su juguete favorito.

— Ya basta los dos. — interrumpió Jaein. — Jungkook, Hoseok sólo te está molestando.

— Eso es peor.

— Y tú deja de molestarlo. — recriminó.

— Lo siento. Son cuatro horas de viaje, necesitamos entretenimiento de algún modo. — se encogió de hombros, mostrando que no estaba realmente molesto.

— ¿Cuánto falta para llegar?

— No tengo idea. ¿Capitana?

— Más de dos, según el GPS. — respondió Jaein, observando su teléfono. — Tal vez debimos tomar el tren...

— No dejarían que viaje con Gureum. — respondió Jungkook, con una mueca. — Y no puedo dejarlo solo en casa. Yoongi hyung tampoco está.

— Increíble que incluso Yoongi haya ido a la boda y no tú.

— Él está con Jimin, y yo no quería ir a ver como Taehyung contraía nupcias con alguien más. — se defendió, alzando la barbilla. — Es el único acto egoísta que me permito.

— Lo dices mientras vamos hacia allá. Deberías comenzar a asumir la gran posibilidad de que tal vez vas a tener que verlo.

— Sí, pero... Lo haré si eso evita que me odie.

𝐕𝐈𝐄𝐍𝐍𝐀 ➻ «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ»Where stories live. Discover now