𝐕𝐈𝐄𝐍𝐍𝐀 ➻ «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ»

➻ 10

Antes de que Taehyung aprendiera a andar en bicicleta como un experto, Jungkook siempre lo llevaba a todas partes, y era genial porque estando en la parte de atrás sin la responsabilidad de sostener el manubrio le permitía tomar fotos de cualquier cosa que viera cada vez que se detenían en alguna parte.

El vecindario en el que vivían tenía un parque realmente bonito cercano a una zona boscosa, y recurrentemente iban allí para tomar fotografías. O bueno, que Taehyung las tomara. Jungkook en realidad se trepaba a los árboles y luego lo ayudaba a subir porque él jamás había sido una persona realmente atlética.

Pero estaba bien, porque Jungkook sí lo era.

— V, apresúrate. — para cuando quiso darse cuenta, Jungkook ya estaba una rama más arriba.

— ¿Estás loco? No pienso subir allá. — exclamó incrédulo, sosteniéndose con fuerza en su lugar, en tanto el menor seguía subiendo con una envidiable facilidad. — Jungkook...

— No da miedo. ¡Puedo ver todo!

— Lo que van a ver tus padres es una cuenta del hospital si te caes desde esa altura. — exclamó preocupado. A veces su mejor amigo era demasiado temerario. — ¡¿Estás tratando de colgarte a esa rama?!

— No es tan difícil.

— Vas a romperte algo. — le advirtió. — Y si lo haces yo... No sé, probablemente me desmaye.

Jungkook lo miró desde arriba, y finalmente suspiró: — Está bien...

Sabía que probablemente eso de que desmayara podría llegar a ser verdad, y ya que no quería arriesgarlo a desmayarse teniendo los pies tan lejos del suelo, se sentó sobre la rama en la que estaba parado, para balancear sus pies suavemente y mirar a lo lejos. La altura le daba una muy buena vista de los demás árboles y del parque un poco a lo lejos.

Por otro lado, Taehyung observó bastante fascinado como la luz del sol se filtraba entre las hojas y le daban un aspecto más brillante y bonito. Estaban en pleno otoño, así que era un cielo de hojas naranjas y amarillas.

Entonces sus ojos se posaron en Jungkook, y verlo allí siendo el centro de todo ese cielo de colores, le dieron una imagen demasiado buena como para no usarla en una fotografía.

Taehyung no lo pensó demasiado, y alzó su cámara, apuntándole con discreción, y tomando una bonita foto cuyo sonido atrajo la atención del menor.

— ¿Qué haces?

— No te muevas. Quédate justo así. — lo animó, y el menor no pareció realmente convencido por la mueca que hizo. — Vamos, sólo finge que no estoy aquí.

Jungkook volvió a mirar a lo lejos, pero saber que Taehyung estaba dándole tanta atención con su cámara le hizo sonreír levemente, por la vergüenza, justo cuando sonaba el sonido de otra foto, y Taehyung sintió que esa foto fue mucho mejor que la primera.

Sólo la sonrisa de Jungkook bastó para hacerla mejor.

— ¿Sabes? Te ves realmente lindo cuando sonríes. — le dijo.

— ¿Tú crees? Yo pienso que mi sonrisa es un poco rara...

— Para nada, es perfecta para ti. — aseguró, ya que, en el último tiempo, por alguna razón Jungkook parecía realmente inseguro en varios aspectos

Era un poco confuso para Taehyung, pero como su mejor amigo, intentaba hacerle entender siempre lo increíble que era. Estaban a pocos pasos de la adolescencia y, según decía su padre, era una etapa muy complicada en la vida de las personas porque suponía bastantes cambios.