Capítulo 29: Canela.

488 35 51
                                    

Con suavidad posó sus brazos mojados sobre la orilla de la tina de baño, recostó su cabeza sobre ellos, cerró sus ojos descansando plácidamente, quería olvidar aquel embrollo en el que se había metido; Sai le desagradaba, mantenerse serca de él, no era algo que quisiera hacer voluntariamente, ¿pero que podía hacer?. Realmente quería convencerlo de que saliera con Gaara, pero por más que pensaba no podía hallar una manera efectiva para conseguir una respuesta afirmativa de aquel alfa. Afligido dió un largo suspiro, probablemente solo podían haber tres maneras existentes para lograr lo que quería, lograr que alguien hiciese lo que sea sin reprochar, solo a través del engaño, soborno o chantaje, pero cómo podría hacer eso?.
Distraídamente volteó su rostro a su lado, observando a la persona con quien compartía la bañera; era extraño, aquel azabache estaba junto a él de nuevo.

—Oye, teme...— Llamó el menor ensimismado, el Uchiha lo observó, prestándole atención.

—Hace tiempo... Tú me dijiste que no me acercara a Sai, recuerdas?— Dijo sin pensar, sin notar la expresión de desagrado en el rostro del pelinegro.

—Si, lo recuerdo...—

—Me dijiste que él no se me acercaría si estaba cerca de ti, también lo recuerdas?— Volvió a cuestionar, dando vueltas sus ojos distraído.

—Si...— Contestó, un poco más irritado, con un sentimiento nada agradable.

—¿Qué pasa? ¿Acaso... Se a acercado a ti?— Cuestionó el ojinegro suspicaz, el ojiazul volteó a verlo.

—No...— Contestó, prefería no decirle al Uchiha que realmente había sido él quien se acercó al chico pelinegro.

—Solo queria saber: ¿por que él no se te acerca? ¿Ni a ti, ni a los que están relacionados contigo?— Cuestionó finalmente el rubio, esperando obtener información que pudiese usar a su favor, el moreno se quedó pensando un momento.

—¿Porqué de repente te interesa?— Cuestionó, pues le molestaba que el kitsune demostrara interés por aquel chico que realmente odiaba.

—Curiosidad..— Respondió sonriendo tontamente, encogiendo los hombros, el azabache frunció el ceño, siempre era el rubio y sus tonterías tiernas, suspiró pensando que podía contestar, levantó su mano e hizo una señal con su dedo índice, moviéndolo ligeramente, indicándole al menor que se acercara, este lo observó suspicaz, con desconfianza se acercó, el moreno tomó su brazo y tiró de él, lo acomodó recostado sobre su pecho mojado, el ojiazul apenas se movió algo incómodo, mientras el Uchiha lo abrazaba.

—Fué algo que pasó hace mucho tiempo...— Empezó a contar el moreno, susurrando con una voz ronca, el rubio se estremeció.

—Sakura te contó que... Hace tres años... Tube una novia, no es así?— Dijo con cierta incomodidad, pues no quería que el kitsune se molestara por mencionarle a su ex, sin embargo este sólo asintió.

—Bueno... Ella... Es la hermana de Sai— Dijo sorprendiendo al ojiazul.

—¿Eh?— Habló, recordando lo que había escuchado de aquella chica, por la boca de la pelichicle.

—Si... Verás; el lugar donde Sakura trabaja (La Oficina), es uno de muchos bares que pertenecen a una cadena que se extiende por todo Japón, el dueño de todo eso se llama Orochimaru, es el padre de Sai y de mi ex, Karin...— Explicó, recordando aquellos días.
Karin; ella era lo que se podría describir como una persona desagradable, era hermosa, su largo cabello y ojos carmesí rompieron incontables corazones, la hermosa figura femenina de su cuerpo, su rostro delicado que resplandecía con gran belleza cuando no usaba sus anteojos y su dulce aroma a manzana, la hacían parecer la omega perfecta, sin embargo todo lo bueno que tenía lo arruinaba con su mala actitud, con su personalidad prepotente, egoísta, mimada y con un severo problema de siempre querer llamar la atención.
En cuanto a Orochimaru, realmente no había hablado lo suficiente con él como para decir que lo conocía, parecía ser cortez; tal vez no amigable, se notaba que era alguien severo y quizá psicópata, era un alfa dominante de piel extremadamente blanca, de un cabello largo de color oscuro y una mirada de ojos extraños con una sonrisa escalofriante.

Efímero (EN PAUSA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora