Capítulo 17: Horriblemente lindo.

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Itachi Uchiha realmente era el hombre que protagonizaba los sueños más húmedos y candentes de cualquier beta u omega, incluso de alguna que otra alfa, definitivamente era tan perfecto como todos pensaban al tan solo verlo, destilaba belleza, perfección, sensualidad, misterio y masculinidad, los ingredientes perfectos para ser el hombre más codiciado entre las amistades de sus padres, ese imponente alfa pura sangre no solo era un boleto para entrar a la honorable familia Uchiha, sino también tener a ese semental como marido, definitivamente la cantidad de personas que había cautivado con su sola apariencia, era una absurdamente infinita... Pero él no tenía tiempo para preocuparse en cosas problemáticas como casarse, aparte de todo, era joven; con sus cortos 26 años no tenía prisa en casarse pronto y sus padres no lo presionaban con eso, en cambio su hermanito pequeño había tenido muchos compromisos... Sabía que para él siempre había sido muy estresante esos compromisos, y la salida de todo ese estrés había sido el trabajo, y aunque no le gustaba que su hermanito hiciese el trabajo que le correspondía a él, lo dejaba hacerlo para que se distragera, sin embargo, tenía una ligera sospecha: tal vez este compromiso sería diferente a los anteriores, aunque en un principio no parecía así, y aún más cuando los gritos de su madre acababan de terminar, y estaba frente a su hermano, observando divertido como este luchaba por abotonar su camisa...

—¡¿Acaso te divierte?!— Preguntó el cuervo molesto al ver la sonrisa burlona de Itachi, sentado en la cama.

—Para nada...— Respondió divertido, viendo al otro mientras se arreglaba para salir.

—No me molesta salir con él, pero no me gusta que ella o padre me amenacen para hacer las cosas..— Dijo molesto, volviendo a la lucha con su camisa oscura, al final: su madre, apunta de amenazas consiguió que aceptara tener una cita con el kitsune...
Y una vez más... Se encontraba en esa casa, sentado en ese sofá donde el rubio lo había atacado por primera vez, era aburrido esperar, y estaba obligado a estar ahí, así que era peor...

—Naru bajará en un momento...— Anunció la pelirroja mientras entraba a la sala, ella no podía estar más feliz de que el azabache estubiera ahí, aun más al saber la razón de porque el Uchiha buscaba a su hijo.

—Ah.. Claro, gracias Kushina-san— Dijo el moreno distraído pero respetuoso, la mujer sonriente se acercó.

—Me parece muy lindo de tu parte que invites a Naru a salir... Sabés, casi nunca sale...— Dijo con un gesto de tristeza fingido.

—Si...— Dijo sin interés, quería salir de esa casa lo más pronto posible, la pelirroja le sonrió sentada a su lado, para su suerte el kitsune no tardó en aparecer; al entrar a la sala encontró a su madre y al Uchiha mirándose mutuamente, se acercó sorprendido y curioso, su madre solo le había dicho que bajara rápido.

—¿Qué hace él aquí?— Preguntó el menor, atrayendo la atención de ambos.

—¡Bebé, llegaste!— Dijo su madre alegremente, levantándose con mucha emoción, el azabache también lo hizo tranquilamente, lo sierto era que nisiquiera le había llamado al rubio para invitarlo o al menos avisar que iría por él, pero no importaba, de una u otra forma se lo llevaría con él.
Y al rubio le daba curiosidad saber porque el pelinegro estaba ahí, además de que su madre se veía ansiosa.

—...Vine a... Invitarte a salir— Dijo el azabache finalmente, el ojiazul no fue consiente de que su boca se abrió por la sorpresa, y la pelirroja ahogó un chillido de felicidad.

—¿Sa-sa-salir... Co-conmigo?— Preguntó, el azabache asintió.

—Si, bebé, ahora sube y arreglate, no querrás hacer esperar a Sasuke— Dijo la pelirroja alegremente, el moreno la miró con desagrado, era igual de insistente y molesta que su madre, el ojiazul frunció el ceño.

Efímero (EN PAUSA) Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz