Capítulo 21: Hablemos.

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Itachi observó a su hermano; este a su vez, observaba fuera de los grandes ventanales de la oficina de juntas en el decimoctavo piso de la compañía Uchiha; que ofrecían una espléndida vista de la ciudad. Al Uchiha mayor, últimamente, le parecía ver a su hermanito muy distraído, lejano a él, más frío y serio de lo normal, absorto en un mundo al que él no podía acceder; él siempre había sido su confidente, siempre sabía lo que le pasaba, sus planes, problemas y logros, pero ahora: lo veía ahí parado, mirando al horizonte muy pensativo, y lo que pensaba: era algo que solo él mismo sabía.

—Sasuke...— Lo llamó, apoyando su mejilla en su puño con suavidad, a su vez, apoyando su codo en la mesa de juntas, con elegancia cruzó una pierna sobre la otra, esperó que el cuervo le pusiese atención, pero este ni siquiera se movió.

—¿En que piensas?— Preguntó, tratando de indagar en su mente, el moreno levantó su brazo a la altura de su pecho y bajó la mirada para observar su reloj.

—La junta comenzará en 20 minutos...— Comentó muy fríamente, volviendo a mirar hacia la ciudad.

—Sierto... Pero no pensabas en eso...— Dijo el mayor con seguridad, esperando una respuesta, pero el moreno continuó mirando a través del cristal, ignorando su presencia, lo cual no era algo que le agradara, nadie ignoraba a Itachi Uchiha, él  siempre debía ser el centro de atención, solo su hermanito era el único capaz de hacer eso, sobre todo porque este no tenía humor para hablar con su hermano, pese a que siempre lo hacía sin problema, este analizó su porte, recordando la actitud que estaba presentando desde hacía días, saliendo más seguido de casa, regresando tarde, o sin regresar en toda la noche, escapándose del trabajo, de nuevo: más seguido, y recibiendo muchos mensajes de “alguien”... Y sabía bien quien era ese “alguien”...

—¿Como está Naruto-kun...?— Esbozó una pequeña sonrisa, al ver que ante su pregunta, el cuervo volteó a verlo, con una mueca de descontento.
Sabía lo que había pasado con el menor y sus padres, y que en el transcurso de dos semanas, solo el moreno sabía su paradero.

—¿Te interesa...?— Preguntó en respuesta, con un tono más frío que antes, para luego volver su vista a la ciudad, ya casi iba a atardecer.

—¿Sábes que nuestra madre está feliz por esto...? Piensa que están “más unidos que nunca”— Dijo sin quitar su sonrisa, fingiendo leer unos papeles sobre la mesa.

—Lo sé... Y sus padres siguen molestándome— Dijo muy irritado.

—¿Hoy lo llevarás a verlos?— Preguntó ya que los padres del kitsune seguían detrás del cuervo, pidiendo ver a su hijo.

—Si él quiere. Si...— Contestó dándose la vuelta empezando a caminar hacia la salida de la sala.

—¿Te vas...? Padre está a punto de llegar, y se enojará otra vez...— Dijo con algo de preocupación que supo ocultar muy bien.

—Calla, no nesecito esa preocupación, así como tampoco me necesitan aquí...— Dijo abriendo la puerta.

—Sasuke...— Llamó una vez más, el mencionado se dio la vuelta.

—Creí que odiabas las cosas dulces. ¿Me perdí de algo...?— Preguntó, de nuevo sabiendo como ocultar su interés, ya que; si en algo era bueno, era en ocultar sus emociones bajo una máscara de seriedad. El moreno se quedó quieto y callado un momento, sabía bien a lo que se refería.

—No, no a sucedido nada... Nada que tenga que ver contigo...— Respondió fríamente, para después terminar de salir de ahí, dejando a Itachi solo, esperando por la próxima junta de accionistas, él sabía que su hermanito estaba usando un perfume para ocultar el aroma de omega, y decir que sospechaba que la relación del par de adolescentes había ascendido a algo mayor; era poco... Sin embargo, no solo el aroma del kitsune era dulce, sino todo él, su actitud, su apariencia, incluso su manera de hablar, al menos Itachi lo sentía así, por lo que no sabía como su hermano podía “soportar” tanta dulzura, pero mientras él continuara callado, no podía decir nada con certeza, lo único bueno que estaba viendo, era que el moreno parecía estar más “feliz” que antes.

Efímero (EN PAUSA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora