Efímero (EN PAUSA)

Capítulo 36: Sueños rotos.

—Tendrán que contestar cada pregunta según sus intereses personales y pasatiempos, pero considerando sus planes a futuro. De esa manera sabrán que vocación es la mejor para ustedes, y aunque esto sea sólo un diagnóstico, tengan en consideración el resultado.— Explicaba el profesor Kakashi autoritariamente, quería que sus alumnos entendieran el propósito del cuestionario que había sido repartido minutos antes, todos contaban con uno sobre sus pupitres, más de cien preguntas a contestar para deducir que vocación era perfecta para cada estudiante, identificar fortalezas y debilidades, para así tener un plan que seguir para un futuro próspero.

—El tiempo límite para contestar es una hora, después daré las indicaciones para que se auto-califiquen, así podrán determinar su posición académica, he identificar algunas opciones para la universidad.
La próxima semana iniciarán los exámenes finales.— Fue la última indicación que dio el educador, sus estudiantes obedientemente comenzaron a responder las preguntas impresas en aquel cuestionario, los observó con orgullo, un par de semanas más, y sus preciados estudiantes se graduarían para así tomar caminos distintos en sus vidas, abandonando ese institución educativa como muchas generaciones lo hacían cada año que pasaba.

Identificar una buena vocación que seguir, una carrera universitaria que le brindara un buen trabajo: todo estaba puesto en ese par de hojas, no necesitaba contestar ese diagnóstico para saber a que se quería dedicar, lo supo desde niño, tomaría la carrera de letras, se graduaría para convertirse en escritor, pondría toda su creatividad y esfuerzo en cada libro que publicara, inspiraría y atraparia a el corazón de cada persona que tuviera en sus manos alguno de sus libros, incluso soñaba con abrir su propia editorial, en algún momento de su vida conocería a la persona indicada y se casaría, tendría hijos y viviría feliz siendo recordado por su propio esfuerzo hasta el último de sus días.
Esos eran sus planes, su sueño... O al menos lo era cuando era un poco más joven, o tal vez no tan atrás, a penas cuando llegó a esa ciudad tenía en su cabeza esos mismos deseos; pero y luego?.

Llegaron los Uchiha junto con sus padres y esa estúpida idea de comprometerlo a la fuerza, justo después, el alfa con quien se suponía tenía que casarse, ese emo idiota, prepotente y molesto, su mundo se vino abajo desde el momento en que dejó que ese sexy alfa imbécil, entrara en su vida, en su cuerpo y en su alma. No era como si todos sus ideales se hubieran ido con la llegada del azabache, aún quería ser escritor, ese sueño nadie se lo quitaría, pero no podía pensar en su futuro sin que el cuervo viniera a su mente.
¿Qué ocurriría con él?
¿Seguirían teniendo contacto después de que abandonaran la preparatoria?
¿Realmente se casaría con él en algun momento?.

Casi le dieron ganas de clavarse él bolígrafo que tenía en su mano, sólo para deshacer esos pensamientos que lo atormentaban, no podía evitar pensar en el cuervo, ya había pasado casi una semana desde la última vez que lo tuvo enfrente, ni siquiera lo había visto caminar por la escuela de casualidad, aunque tampoco era como si lo estuviese buscando en realidad.
Se preguntó si debía consultar a Itachi para saber que pasaba con Sasuke, había hablado con él días atrás, aunque casi sintió que se desmayaría al estar frente a él.

 
 
...
 
 

Itachi había sido por mucho el primero en ver lo cercanos que se volvieron su apático hermano menor, y el impredecible rubio alegre. Desde el momento en que el pequeño omega rubio pisó su hogar por primera vez, cuando apenas contaba con tres años de edad, él y Sasuke habían estado juntos desde siempre, caminaron, tropezaron, calleron y se levantaron juntos, aprendieron a bucalizar las palabras juntos, aprendieron a ejecutar travesuras juntos, también recibieron los castigos y aprendieron a comportarse juntos, tomados de las manos siempre, eran una “parejita” interesante de ver, curiosa pero inocente, dos niños de géneros complementarios que desarrollaron un hermoso sentimiento entre sí.