Linka x Loni (2/?)

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Píntalo blanco...

I

1956

Había partido de la casa siendo muy joven, sabía que no tendría oportunidad en esa ciudad. No era bueno en nada más que en saber costura. Su familia no apoyaría a alguien para que fuera un sastre.

Antes de partir de casa, fue a la habitación de su hermana en la noche y le prometió que volvería para ver que fuera alguien de bien. Ella se quedaría mirando desde su ventana hasta que se perdiera por las calles.

Encontrar trabajo no fue tan difícil como pensaba, pero los trabajos no eran como él se hubiese imaginado. No duró mucho en ello porque no era lo que él quería.

Con el tiempo se quedó sin dinero y pasó varias semanas sin comida. La desesperación por tener que afrontar todo ello era inmensa. Y fue que por buscar una solución, se enlistó para ir a Corea.

Aquel chico despistado e inocente sabría lo que era estar cerca de la muerte, la verdadera amistad y lo que es echar de menos a esa persona especial.

Linka echaba de menos a su hermano Loni, no le parecía justo que su familia lo haya dejado a un lado solo porque no era tan listo y quería hacer algo que lo alegraba. En ese momento, solo le quedaba la correspondencia de su hermano.

La guerra había acabado en el 53, pero él recién pudo regresar a Norteamérica dos años después y meses más tarde a su antiguo hogar.

Le dijeron que podía permanecer en el ejército, pero el rechazó toda oferta de allí. En su mirada se podía apreciar la perdida de la esperanza por un buen futuro.

II

—¿Están seguros?

—Claro, madre —le aseguró el pequeño Lion.

—Escuché decir a Linka por el teléfono que él vendría —respaldó Lexx lo que le dijeron.

Rita se sintió un poco dolida, no obstante, ella sabía que no le podía reclamar algo porque no hizo nada cuando su esposo lo corrió de la casa.

Era una tarde que estaba por terminar, las personas caminaban con tranquilidad en esas calles, las aves empezaban por acomodarse en su nido, algunos animales nocturnos empezarían su ronda.

Linka no le había dicho a nadie sobre la llegada de su hermano a la ciudad, no tenían que saberlo en ese mismo instante. Estaba en camino a su encuentro.

Al entrar a la cafetería, observó todo lo que había en frente suyo. No pudo notar a su hermano hasta que alzó su cabeza.

Vestía un jean azul, un saco gris, una bufanda verde oscura, unas gafas oscuras. Su cabello era más largo de lo que alguna vez fue. Había estado sentado en la barra desde que llegó, y al lado suyo tenía una maleta enorme.

Link solo se sentó al lado de él y lo observó detenidamente, se notaba muy cansado y muy triste. Loni ni se percataba de su entorno, solo bebía de sorbo en sorbo su café.

—¿No me esperabas, hermano? —preguntó sonriente.

Inmediatamente y sin previo aviso, Loni abrazó con mucha fuerza, pero era por lo tanto que la extrañó. Linka pudo sentir que la intensidad del abrazo bajaba.

Por varios segundos se mantuvo solo abrazándola, ella era muy paciente. Por muchos conocidos sabía que no es nada fácil saber que estás vivo cuando la guerra terminó.

—Hasta ahora recién puedo decir que estoy vivo —terminó el abrazo con una ligera caricia en el rostro de su hermana.

—Ha pasado tanto que... —no sabía qué podía decir.

Colección de One-Shots: Loudcest y No Loudcest...Where stories live. Discover now