Agnes x Lincoln (1/?)(+16)

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Algo maravilloso... (+16)

Estaba caminando con tranquilidad, nada podía salir mal este día. Pasó precisamente por un parque, eso le ahorraba tiempo en llegar a su casa, la cual heredó de sus padres, los cuales ya habían muerto.

— Amor, estos años han sido maravillosos a tu lado —le dijo un hombre a su esposa.

— Querido, tú también eres maravilloso —le dijo con mucho cariño.

Ambos se dieron un beso, justo Agnes pasaba al lado de aquella pareja que apreciaba el estar juntos como pareja por años.

Solo se fue de frente, evitando pensar en ello. Cada vez veía a una pareja recordaba lo infeliz que era.

Enseñaba en secundaria desde hace tres años. Tiene cuarenta y dos años, pero su cuerpo es como el de una chica de veinticinco años.

Suele tener alumnos que pasan en una etapa algo incómoda y aprovechan en mirar más allá de las faldas de su profesora. No le importaba eso.

Han pasado casi dieciocho años desde su último noviazgo que fue de cuatro años. Era un tipo que solía ir de viaje a todos lados, no era de permanecer en un solo lugar, eso no le importaba siempre y cuando volviera, y quizás seguir sus pasos junto a él.

Se enteró que ese tipo tenía una esposa, unos hijos, una familia, una vida. Los viajes solo eran para salir de la rutina y tener una que otra aventura, no era tan especial como pensaba.

Eso la dejó dolida por bastante tiempo, fue tanto el dolor porque era un experto vendedor de fantasías, la pregunta era saber qué no le había prometido.

Los siguientes años fueron de lo mismo, puros hombres que solo querían una aventura, nada serio, lo malo era que ella sí quería algo así.

Desde los veinticinco que enseña en la escuela primaria de Royal Woods.

Después de tantas decepciones amorosas, decidió no buscar nada serio.

Recordaba que una vez hace seis años unos alumnos trataron de hacer que el profesor de gimnasia saliera con ella y terminaran de novios, sin embargo, no funcionó.

Muy en el fondo, sintió eso como una burla, tenía treinta y seis años y no tenía un esposo o novio, solía ir a las reuniones de amigos o familiares sola, eso era motivo de habladurías por parte su entorno familiar y social.

Llegó a su casa y justo en el momento de cerrar la puerta comenzaba la lluvia. Aumentó su intensidad en el menor tiempo posible.

Se fue a duchar. Se sentó en el borde de su ventana a observar la lluvia, no tenía otra cosa más que hacer.

Estaba con una playera blanca que resaltaba su busto debido a que era algo pegada y pequeña, un pequeño short, su cabello en forma de cola y sin estar seco totalmente.

Pasaban las horas, se preparó solo una taza de café para seguir mirando la lluvia, sin embargo, algo pasó delante de sus ojos.

Vio, con lo poco que le dejaba observar la lluvia, a un joven corriendo y caerse en medio del asfalto.

Algo le pareció familiar en él. Dudó solo unos segundos, salió para poder ayudarlo.

Se empapó rápidamente al poner un pie fuera de su casa, caminó rápido, se dio cuenta que el chico estaba muy golpeado.

Era alto, un poco fornido para ser joven, con un cabello blanco que le pareció algo conocido. Notó que estaba reaccionando poco a poco.

Lo llevó dentro de su casa como pudo y lo acostó en el sofá. Al cerrar la puerta suspiró y se dirigió lentamente donde estaba el muchacho.

Colección de One-Shots: Loudcest y No Loudcest...Where stories live. Discover now