Polly x Lincoln (2/?)

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Lo vivido queda, amor...

Lincoln se encontraba muy pensativo, no quería creer lo que su hermana le dijo, pero era obvio que se iba a enterar sí o sí. Después de unos minutos ya había terminado lo que había pedido en la cafetería.

—¿Te sientes bien? —le preguntó Mollie.

—Claro, solo estoy un poco pensante —sacó de su bolsillo el dinero de lo consumido—, quédate con el cambio —su amiga mesera se lo recibió.

—Ve con cuidado, Linc —guardó el dinero en el bolsillo de su delantal.

Salió apresurado, debía llegar a casa o mejor dicho a la cochera donde vivía desde que tenía dieciséis, quería demostrar que podía ser muy independiente y lo demostró.

Pero ahora iba a esperar la visita de Polly... quería saber cómo le diría esa noticia por la que está intranquilo desde hace horas.

Eran las siete de la noche, las manecillas del reloj que estaba sobre su televisor se escuchaba fuerte, tenía solo encendida la luz de toda la cochera, estaba todo en completo silencio.

Polly estaba discutiendo con sus amigas, no podía creer que una le haya dicho a su hermano lo que ella debía decirle, su otra amiga le dijo que no era para tanto.

—No, eso no es justificable, yo debía decírselo primero, es la relación entre su hermano y yo —se notaba muy molesta.

—Polly, ella solo hizo lo que creyó justo —trataba de justificar a su mejor amiga.

Lynn hizo que Margo guardara silencio y se quede en esas bancas mientras ella y Polly discutían algo privado.

—Fueron muchos meses que no le dijiste de lo otro, por eso decidí decirle por lo menos la noticia de hace un mes —se sentó en el pasto—. Amiga, no es fácil saber lo otro y dejarlo pasar.

—Lynn... sé que no has tenido malas intenciones, pero no siempre puedes proteger a todo el mundo... ya no eres mi capitana —miraba a su alrededor—. Yo le diré todo, pero con tranquilidad... si tú estás intranquila... imagínate como se pondrá él... —en su voz se podía notar tristeza.

Le dio la mano a su amiga y volvieron con Margo para decir que ya no había necesidad de estar molestas, que ella arreglaría todo con su novio.

Luego de unos minutos más, Polly se fue sola a la casa de Lynn porque sus amigas debían volver a la universidad.

Al caminar pasó por una tienda de deportes donde vio un casco parecido al que tenía hace años, de manera inmediata se reavivaron muchos recuerdos en los que estaba involucrado su novio. Reanudó el paso con una sensación de tristeza.

Lincoln estaba acostado bocarriba pensando en lo poco que su novia lo apreciaba, o al menos eso le daba a entender lo contado por Lynn. Él entendía que por ser su mejor amiga le diría aquello, pero eso tenía más de un mes.

El sonido de la puerta irrumpió sus pensamientos, se levantó para abrir.

Ambos se miraron directamente, trataban de sonreír, lo intentaban. En Polly se denotó su profunda tristeza, pareciera que había cometido algo que dañó a alguien. Lincoln se notaba un poco enojado, pero no pudo empatizar con el semblante de su novia.

Se sentaron en la cama, Lincoln encendió la televisión, no quería que alguien pudiera algo privado.

—Polly... yo te quiero, pero desde hace mucho te noto en otro lado, lo que me dijo Lynn... lo que me dijo me hace querer creer que... —no estaba seguro de que decir.

Colección de One-Shots: Loudcest y No Loudcest...Where stories live. Discover now