Leni x Lincoln (3/?)

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Nuestra vida por tu vida...

15 de junio de 1958

Estaba corriendo como podía, con ella en brazos se le dificultaba ir más rápido. Corrió hasta un lugar donde había unas grandes tuberías, se metió en una de ellas. Los perros de la policía fueron a toda velocidad a buscar a esa niña secuestradora. Los oficiales corrían con linternas, otros iban en auto con las sirenas encendidas. La niña estaba asustada, si la encontraban sería el fin de ella y la bebé que llevaba en brazos.

A sus siete años de edad es lo más arriesgado que ha hecho, jamás pensó hacer algo por alguien, nunca le pasó por la cabeza ayudar pues ella tenía la fama de egoísta, manipuladora, indiscreta y chantajista. Pero todo lo anterior descrito se va al fregadero, ella demostró ser mejor que eso, desde hace más de un año.

Los perros ladraban como nunca olfateaban todo lugar, ella procuro no usar ropa que tenga olor a perfume. Lo que la ayudaba era que la bebé estaba profundamente dormida, eso era algo a favor para ella. Donde se había metido no era tan oscuro pero suficiente para poder pasar desapercibida, al menos para la vista.

Comenzó a lamentarse por no ayudar a su hermana pero si la ayudaba lo más probable hubiera sido que la hubiesen atrapado. El vehículo de la policía pasó de frente esa calle donde estaba ese edificio en construcción. Los oficiales de a pie, por sus radios avisaban a la central que la niña había escapado. Los perros olfateaban mucho el piso pero nada hasta que un perro comenzó a olfatear cerca a la tubería donde estaba ella.

Se acercaba más y más, se estaban desesperando, recordó que tenía unos dados en su chaqueta, los sacó y lanzó hacia el otro lado de la tubería. El perro al escuchar ese ruido fue allá y se alejó después. La policía vio que sus perros no encontraban nada, les dieron un silbido, fueron donde los llamaban, les pusieron sus correas y se fueron hacia otra avenida. La niña dio un respiro pero no bajó la guardia.

Al sentir todo tranquilo por esos momentos, miró a la bebé, se parecía a sus padres, el cabello rubio de su madre y la mirada de ambos en un solo rostro.

Se preguntaba qué es lo que hicieron mal sus padres de la bebé, ¿Acaso enamorarse es malo? ¿Sentir amor hacia una persona es pecado? ¿Acaso en la iglesia no dicen que se amen unos a otros? ¿Tener un fruto del amor es malo?

Lola tenía respuestas para esas preguntas pero siempre se las hacía a ella misma para darse más valor. La bebé solo dormía plácidamente en sus brazos, envuelta en su mantita. Al verla comenzó a recordar todo lo que la llevó hasta este punto...

-o-o-o-o-o-

Hace un año atrás, bueno un poco más de uno, en la ciudad de Michigan había llegado un grupo de supuestos adoradores, mejor dicho una secta. Ellos prometían una vida llena de abundancia, paz y prosperidad, aún más importante ellos prometían perfección.

Aún seguían latentes los sucesos de la Segunda Guerra Mundial, nadie confiaba en que alguien prometiera eso ya que las guerras les enseñaron que la abundancia es solo temporal, que un día para otro naciones amigas pueden transformarse en enemigas, mandando al diablo la paz y prosperidad.

La pelea con Rusia por implantar en modelo económico y división de territorios para implantar también el modelo político, después de esa guerra se formó otra pero silenciosa a la cual le llamaban la Guerra Fría.

Lo cual poco a poco dejaba paranoica a los ciudadanos americanos puesto que les decían que debían estar atentos a cualquier ataque de misil nuclear por parte de la URSS, años más tarde descubrirían que esas repúblicas socialistas no tendrían la tecnología para hacerles frente. Eso era un punto a favor de la secta, ellos iban a persuadir mediante la paranoia colectiva.

Colección de One-Shots: Loudcest y No Loudcest...Where stories live. Discover now