Desperté en una bañera llena de agua, el ambiente olía a frutilla, Alexei estaba sentado tras de mí, lavando mi cuerpo con dedicación.
Joder... me dolía el cuerpo.
— Jefe... un día de estos me vas a matar.
Suspirando del gusto al sentir sus manos masajear mis hombros.
— ¿Y eso es malo?
— Imagínese lo que dirían los diarios, sería toda una primera plana — extendiendo mis manos— "Fue cogida hasta la muerte" — los dejé caer, demasiado esfuerzo— Imagíneselo, sería terrible.
— Eres una exagerada.
— Me cogió hasta desmayarme... otra vez ¿No cree que podría morir así un día de estos?
— Creo que eres mucho más resistente a eso, veamos si puedo mejorar tu resistencia.
Deslizando sus manos bajo mis brazos, atrapando mis pechos con ellas, masajeándolas.
— Jefe... sigo muy sensible...
Apoyándome en él, cerrando los ojos, arqueando la espalda.
— No pensaba hacer nada, solo te estoy limpiando.
Soltó uno de mis pechos, guiando su mano a mi entrepierna, acariciando mi clítoris con movimientos circulares lentos, volviéndome loca.
— Señor... — Juntando mis piernas, formando puños con mis manos— Ya no puedo más...
— Tienes que estar limpia — dejando mi clítoris, apretando mis muslos— Enviaré a Charlie ahora para que te vista, traerá la cena, no es necesario que bajes.
Dejando mi cuerpo en paz.
— No creo que pueda bajar, aunque me lo proponga jefe, me tiembla todo el cuerpo, y me duele un poco...
— Sí... puede que me excediera un poco, lo siento.
— Vaya... el jefe disculpándose ¿Quién lo diría?
— No te pases de lista conmigo — sujetando mi rostro con su mano, haciéndome voltear para que lo observara. Estaba sonriendo— Porque podría olvidar mis modales y enviarte a dormir eternamente de una cogida.
Sonreí al ver que mi chiste del diario si le hizo gracia.
— Es todo un caso usted, jefe.
Suspiró, soltándome.
— Si le dices a alguien que me disculpé contigo, te mato.
Saliendo de la bañera, llevándome con él.
— ¿Eso es una amenaza o una invitación para follar? Ya decidimos cómo será mi muerte.
Envolvió mi cuerpo en una toalla y me depositó sobre la cama con delicadeza.
— Iré por Charlie — vistiéndose— Por cierto, debo irme a Italia por trabajo, una semana aproximadamente, vendrás conmigo, así que has tu maleta.
Nunca he ido a Italia, definitivamente quería ir.
— ¿Por qué me llevará? No es que no quiera ir, pero tengo curiosidad.
— Porque eres mi almohada — abotonando su camisa. Que sexy se ve haciendo eso— nos iremos a las seis de la mañana, le diré a Charlie que prepare tus cosas y la ropa que te pondrás mañana.
— Está bien.
Terminó de vestirse y se marchó, dejándome sola en el cuarto, cómo cuando mamá te dejaba enrollado en la toalla, temblando como gelatina mientras ella decidía que ponerte, y prácticamente así me sentí, porque cinco minutos luego de que él se marchó, Charlie y otra chica entraron al cuarto, secaron mi cabello, me vistieron, encremaron y acostaron, para que otra chica llegara un rato después para traer mi comida en una cómoda mesa de cama, con el control cerca para poder ver Netflix, me llamaron "Señora" y se marcharon sin intercambiar palabras por más que les hablé y hablé cómo solía hacerlo siempre.
YOU ARE READING
Despiadado.
RomanceNo necesita atarme, pero desearía que lo hiciera... Hace unos meses, si me contaran que sería secuestrada por la mafia rusa, me hubiese reído en sus rostros, pero ahora... demonios, no estoy segura de querer correr lejos de esta organización que se...