Despiadado.

Capítulo 30

Di media vuelta fingiendo mi mejor sonrisa hacia el confundido hombre que apareció de la nada a mis espaldas, bebiendo un sorbo de mi vaso.

— Yo decía que, si alguien me tocaba, yo misma lo mato.

— Si alguien te pone las manos encima y yo lo veo, puedes estar segura de que estará muerto antes de finalizar la noche.

Observando de reojo a Julian, esta fue una advertencia indirecta para él, pero no lo escuchó, de haberlo escuchado, el pobre ya estaría con el cuello roto en el piso.

— Yo puedo defenderme sola, pero gracias — besando su mejilla— Ahora vamos a divertirnos, es nuestro último día juntos.

— Vas a volver conmigo ¿Cierto?

Observándome como cachorro abandonado.

— ¿Dónde más podría ir? Si tú y Alek son mi hogar.

Jeff me rodeó por los hombros, jalándome a su lado.

— Oye, si no es el fin del mundo, vamos a divertirnos — sonriente— y tú Alexei, deja de victimizarla, esta chica es fuerte, sólo ve la historia de mi mujer, después de toda la mierda que pasó, ahora es insuperable.

— Yo todavía no entiendo cómo llegué a casarme contigo — se acercó Cass— Así que recuérdamelo.

Señalando los cuartos privados.

— ¿Sólo me quieres por el sexo? Aush...

Caminando hasta esta, rodeando su cintura con ambas manos.

— Tengo que pensar qué más tienes para ofrecer ¿por qué no lo hablamos?

— El deber manda — observándonos— Les dejamos a Julian.

Fue lo ultimo que escuchamos de Jeff y Cass, luego de eso, se marcharon.

— Bueno, yo también me voy, algo me dice que querrán aprovechar su ultimo día juntos — Julian se levantó— Fue un gusto conocerlos — estrechando la mano de ambos— espero con ansias trabajar contigo, será divertido.

Besó el dorso de mi mano y se marchó.

— Qué extraño sujeto.

— No me gusta que te toquen otros sujetos.

Frunciendo el ceño.

— Alexei... eso no es nada.

— ¿Por qué no salimos solo los dos? Nunca hemos tenido una cita.

— ¿Qué hay de Luka?

— Le enviaré un mensaje, lo verá cuando salga del club, no quiero arruinar su día.

— Es una buena idea, él también merece días, libres — sonriente— ¿Dónde me llevarás en nuestra primera cita?

Dejamos ambos vasos vacíos sobre la barra, y caminamos hacia la salida con nuestros dedos entrelazados, para recoger nuestras cosas.

— ¿Dónde me llevarás? ¿Dónde me llevarás? ¿Dónde me llevarás?

Saltando a su alrededor como una niñita.

Emocionada.

— ¿Dónde quieres ir? Nunca antes he llevado a una chica a una cita.

— Señor Oficial ¿Eso quiere decir que soy su primera vez?

Deslizando mi índice por su barbilla.

— Se puede decir que sí — sonriendo de lado— ¿Dónde quieres que te lleve?