Capítulo 18

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Han pasado seis meses dentro de este lugar enfermo y retorcido, pero para ser sincera... desde que me asignaron con Pavel... las cosas han sido un poco más divertidas y fáciles de llevar, es cierto que hemos pasado varias noches en el cuarto de los castigos porque Pavel simplemente no entiende lo que significa no robar comida de la cocina por las noches, no puedo quejarme porque yo también me como lo que él trae así que... bueno, digamos que merecemos esos castigos.

Es mejor ser castigado por algo de lo que soy culpable.

Hoy tuvimos examen de Frances, italiano y español, si no pasábamos con al menos un ocho, nos íbamos directo a la horca, con esa motivación ¿Quién no sacaba un diez? Pavel es un rebelde total, pero joder... que inteligente es.

Ahora tocaba la clase de seducción.

— Yura, enséñanos cómo coquetearías con una mujer. Yovanka, con ella, ayúdala.

Yovanka se levantó junto conmigo, tomando asiento a mi lado en la improvisada barra, le di un par de miradas de vez en cuando, rozando su mano "Sin intenciones", disculpándome con ella, dando el pie necesario para iniciar una conversación.

— Que bonitas manos tienes ¿Puedo?

Señalándolas.

— Claro — extendiendo una hacia mí— me gusta tu cabello.

Extendiendo su mano libre, para acariciarlo.

— Cuando quieras.

Midiendo su mano con la mía, dándole una mirada de aquellas, guiñándole un ojo.

— ¿Qué cosa?

Respondió confundida.

— Cuando quieras me despeinas preciosa.

La chica mordió su labio inferior, entrelazando sus dedos con los míos.

— Me gustan también tus labios.

Me acerqué levemente hacia ella, delineando su rostro con mi mano libre.

— Y eso que aún no sabes cómo besan.

Sin problemas, acorté la distancia entre nosotras, besándola con autentica veracidad, lamiendo su labio inferior, succionándolo, tirando de él con mis dientes, utilizando la lengua para acariciar lentamente la suya, acariciando su cuello, hombres y brazos en el proceso, incitándola a seguir, a acercarse, a ceder...

— Ya está bien, perfecto — dijo La Oficial— Así es como se seduce a una chica, o a un chico, ambas partes son llamados al poner una manzana frente a ellos, hablar sobre temas que podrían ser de su interés, a todo el mundo le gusta hablar sobre lo que le gusta.

Ambas, regresamos a nuestros lugares, ahora era el turno de los chicos para probar sus técnicas de seducción.

— Vaya, vaya, nadie te dijo que la besaras, solo debías seducirla zorrita.

Se burló Pavel.

— ¿Qué te digo? Las chicas son más interesantes en este lugar. Prefiero besar chicas y tener sexo con ellas a tener que involucrarme con un hombre.

— No me digas que te hiciste bisexual.

Sorprendido.

— Vaya... no lo había pensado con claridad hasta ahora, pero pensándolo seriamente, creo que sí, no me disgusta para nada la idea de hacerlo con una chica.

— ¿Qué hay de tu hombre? Se supone que quieres reunirte con una persona al salir de aquí.

— No dije que me iba a casar, ojo con eso. Y mi hombre sigue siendo mi hombre aquí o en la china, pero si debo acostarme con alguien aquí adentro por obligación, prefiero que sea una mujer, eso es lo que quiero decir.

Despiadado.Where stories live. Discover now