Capítulo 39

7.8K 602 262
                                    

El camino a casa fue bastante largo y agotador, por más que pregunté por Alexei, todos dijeron lo mismo, no saben dónde está. Probablemente, él les pidió que no me dieran detalles de su paradero... debe estar furioso...

Para cuando el auto se detuvo frente al enorme y grueso portón de fierro negro, comenzó a dolerme el estómago, las puertas se abrieron para recibirnos, recorrimos el sendero hasta el final del sitio, dónde la casa se situaba.

A pesar de ser de noche, pude ver el cambio en la fachada, pilares color crema, el techo barnizado con pequeñas luces led en el techo que daban bastante luz, ahora había un tercer piso, algo parecido a una terraza por lo que podía ver desde mi posición, estaba... precioso, Alexei sí hizo un esfuerzo por cambiar este lugar.

— Señorita, baje por favor, nosotros nos ocuparemos del joven amo.

Dijo uno de los perros de Alexei, abriendo la puerta para mí, ya no había nieve cómo cuando me fui, pero estaba lloviendo mucho.

— Claro... ¿Dónde está Alexei?

— Está esperándola.

Eso no hizo más que aumentar mis nervios, salí del auto sin que la lluvia me tocara, tenían un paraguas lo suficientemente grande para protegernos a ambos de la lluvia, llevándome hacia la puerta principal, enorme, imponente, pintada de blanco invierno, y en el interior, toda la decoración fue hecha en base a os tonos, blanco y gris, elegante, sutil, diferente.

Me gustaba la decoración, en otras circunstancias, me hubiese puesto a mirar todo, pero ahora mismo tenía otras cosas en mente, cosas que podrían salir realmente mal.

— ¿Está muy enojado?

Viendo a Luka parado casual frente al despacho de Alexei.

— Averígualo por ti misma — suspiró— que bueno que llegaste, te extrañé.

— Ojalá esta no sea la ultima vez que nos veamos, siento que me van a correr en cualquier momento.

Apretando mis dedos entrelazados, estaba temblando, no quería que todo esto se acabara, pero dudo mucho que Alexei esté feliz luego de escuchar lo que pasó anoche, eso... eso fue horrible...

— Animo enana — acariciando mi cabello— Has llegado muy lejos, ten más fe en ti — sonriendo con cansancio— tengo lo que me pediste, ven a verme cuando te desocupes.

— Gracias Luka.

— No es nada, ahora pasa aquí — señalando la sala de música— Es su oficina ahora — explicó— destrozó todo anoche, por eso está inutilizada la otra, mañana llegan los muebles nuevos.

— Mierda...

— Tú puedes, ahora entra ahí.

Abrió la puerta para mí y me empujó dentro sin darme oportunidad de prepararme, ahí estaba Alexei, con un cigarrillo entre los labios, iluminación tenue, una pila de documentos sobre la mesa ratona, frente al sofá.

— Alexei yo...

Di un paso hacia él, lista para excusarme.

— No, deja que hable yo primero.

Apagando el cigarrillo en el cenicero.

— Alexei, lo que pasó anoche, yo...

Levantó la mirada, observándome sin apartar la vista, era tan profunda, que no pude evitar que las palabras quedaran atascadas en mi garganta, todo lo que quería era aferrarme a él, pero ahora mismo, no sé si pueda hacerlo.

— Yura — tomando asiento frente al piano— Siéntate y escucha.

— Sé que estás enojado, probablemente no quieres ni siquiera tocarme — tomando asiento en el sofá, a escasos metros del piano— Pero no hice nada que yo quisiera hacer.

Despiadado.Where stories live. Discover now