Despiadado.

Capítulo 50

Una semana luego del escape estuvimos un tanto ocupados, yendo de cacería de aquí por allá, matando a sangre fría a todos los Oficiales que lograron escapar, siete días después del ataque, terminamos de tachar todos los nombres de nuestra lista, Oficialmente todos estaban muertos.

Éramos libres, todos éramos libres.

Actualmente han pasado dos semanas desde ese día, dos semanas bastante tranquilas y aburridas, en las que he podido pintar cómo antes lo hacía, practicar con mis instrumentos y llenar las paredes con los múltiples títulos profesionales de prestigiosas universidades que me llegaron por parte de Oficiales que querían salvar su trasero a través de favores, títulos legítimos, porque me di el trabajo de revisar uno por uno, llegando a la conclusión de colgar todos en las paredes del cuarto de música, ese era mi espacio y bastante amplio, por lo que podían caer todos.

— Preciosa, llegaron los niños.

Alexei asomó la cabeza en el cuarto de música, estaba en mi escritorio, revisando unos documentos que debía enviar a la sucursal principal con suma urgencia, y por niños, se refería a Landon y Logan, los gemelos que rescatamos de La Academia, hijos del general.

— Voy a recibirlos, gracias jefe.

Levantándome del escritorio, caminando hasta él, besando sus labios.

— Llegaron también los certificados de nacimiento, pasaportes y demás documentos de ellos.

— Que bien, tardaron más de lo que pensaba — caminando juntos hacia la puerta principal— que terrible todo lo que pasaron esos chicos.

— Ni que lo digas — suspiró— Lo mejor que pudimos hacer es quedarnos cerca de ellos, quizá que sería de ellos dos semanas en el exterior.

Cruzando la sala principal, llegando a la gran puerta, Landon y Logan al vernos, corrieron hacia nosotros, abrazándonos.

Literalmente son como dos niños pequeños.

— Ya estamos en casa.

Se anunciaron al mismo tiempo.

— ¿Cómo estuvo la ida al psicólogo?

Lo visitaban dos veces a la semana, les hacía bien para superar el trauma.

— Estuvo bien, pero Logan se sigue sintiendo incómodo con las preguntas.

La primera vez que visitaron el psicólogo, nos enteramos de que ambos no tenían nombre y nunca fueron registrados como nacidos, el viejo asqueroso de su padre los llamaba cosas, objetos, herramientas, putas, y demás nombres despectivos al referirse a ellos, su madre era una Liars que terminó muerta a manos de él, por lo que la crianza de ambos quedó a manos de ese monstruo, no saben escribir, no saben leer, jamás asistieron a la escuela, tienen serios problemas sociales, de autoestima, crisis de pánico en ocasiones, y al parecer desarrollaron fobia al abandono, porque siempre que tienen oportunidad se pasan pegados a Alexei o a mí, nuestra edad no está tan alejada, pero al parecer nos ven como figuras paterna y materna. La psicóloga nos explicó que probablemente somos su primer gran vinculo, y el espacio de seguridad y amor que les ofrecemos les resulta reconfortante, por lo que sienten la necesidad de absorber todo lo que puedan de ese sentimiento.

Veo muy improbable que los dejemos ir en un corto plazo, Alexei y yo nos encariñamos mucho con ellos, inclusive les dimos un nombre a cada uno, y somos capaces de proporcionarles el sol y la luna si así lo quieren, todo con tal de estar bien.

— Con el tiempo todo mejorará — acariciando el cabello de ambos— ya verán que se sentirán más cómodos con ustedes mismos y con su entorno con cada visita, la psicóloga sólo intenta ayudarlos.