Contigo

XLIV

A pesar que ya ha pasado un día, todavía siento rabia en mi sistema como si todo hubiera sucedido hace minutos.

Mi cuerpo se tensa de solo pensarlo.

No pude dormir, mi cabeza no paró de pensar en la traición, en el odio que siento, que crece y que no puedo pasar por desapercibido. Siento una presión en el pecho, me siento decepcionado.

¿Por qué, Aisa?

¿Por qué me hiciste eso? Después de todo lo que pasamos...

Mi ojos caen en mi mano derecha, más específicamente, en mis nudillos. Con mi otra mano acaricio la zona, imágenes vuelven a mi mente.

Mi puño en el rostro de Aisa...

Sus sollozos.

Su voz rota...

Sacudo mi cabeza.

Ella tiene la culpa.

Si, ella...

Todo es ella...

Yo solo hago lo mejor para los dos.

Suspiro y dejo de ver mi mano, no vale la pena ver el pasado, tengo que enfocarme en lo que viene ahora. Dejar todo listo para irnos a nuestro hogar.

Solos.

Mi vista vuelve al monitor.

Aisa.

Aprieto mi mandíbula al verla de esa manera, llorando, acurrucada en el sofá. Quiero ver una sonrisa, escuchar su risa, no esto...pero ella es la culpable de que suceda lo contrario.

Aisa todavía no entiende que esto es lo mejor para los dos. Sin embargo, duele.

Duele verla así.

Ella no quiere aprender, no quiere aceptar, no quiere rendirse. Cree que puede salirse con la suya, cree que puede escapar, cree que puede ser "libre". No entiende que es nuestro destino estar juntos, somos el uno para el otro y ella tiene que estar ahí para mi, a mi lado, y yo tengo que amarla mucho y cuidarla, demostrarle lo mucho que me importa.

Yo si he cumplido, ella no.

Ella no ha hecho nada por nosotros.

Solo trata de destruirnos.

-No llores, princesa...-susurro con enojo y con una presión en mi pecho- Soy yo quien debería estar así, no tu...

Dejo de ver el monitor cuando alguien toca la puerta.

-Adelante- digo. Mi mano va al mouse y cambio lo que estaba viendo por otra cosa.

-Michael.

-Alexis.

Alexis se encuentra jugando con sus manos, su rostro preocupado.

-¿Cómo...cómo estás?- pregunta con preocupación mientras camina hacia la silla frente al escritorio. Sin embargo, no se sienta. Yo suspiro y bajo mi mirada. Vuelvo a ver la mano.

La muevo un poco y luego la cierro formando un puño. Vuelvo a ver a Alexis.

-¿Qué quieres que te diga Alexis? -respondo con cansancio. Ella baja sus mirada. Suspiro- No me siento bien... como puedes ver- paso mi mano por mi rostro- Estoy...tan decepcionado.

Alexis aprieta sus labios cuando termino de hablar. Me imagino lo que debe estar pensando...sé que me dirá algo negativo referente a Aisa.

-Bueno...ya sabes cómo es ella...se veía venir...

Golpeo el escritorio con mi puño, el golpe no es tan fuerte.

-Claro que no...ella...-gruño- pensé que todo iba bien...