XIII

4K 299 18
                                    

Dentro de unas horas, Max empezaría a trabajar de nuevo y yo tendría que decirle la verdad. Con sinceridad  la idea no me gusta, he estado repasando en mi cabeza una y otra vez en cómo empezaría a decirle todo. No he podido dormir.


Deben ser las dos de la mañana, no he querido ver el reloj. En mi escritorio se encuentra una hoja de mi cuaderno llena de palabras sin sentido, buscando la manera de encontrarse para poder explicarle a Max lo que está pasando.


Mi mente no para de imaginar que estoy frente a Max, y tal imaginación hace que me de nauseas, siento que estoy enferma.


Trato de no pensar mucho, pero no puedo. Me encuentro parada viendo en la ventana la noche. El cielo es tan tranquilo y bello, pero cuando mi vista baja a la calle, una camioneta estacionada hace que mi poca tranquilidad desaparezca. Tal vez esté exagerando, tal vez ese auto sea de alguien que viene de visita en otra casa, tal vez sea que un vecino compró un auto nuevo. Trato de engañarme con tantas cosas, sin embargo tengo la sensación que ese auto tiene que ver algo con Michael.


Me abrazo a mi misma tratando de darme un poco de calor. También me abrazo porque siento que es lo que más necesito ahora, que alguien me diga que todo estará bien y que me ama.

A veces siento que estoy sola en esto. Siento que todo el mundo quiere controlar mis decisiones y quieren que tome las decisionesiciones que ellos piensan que es la correcta. Emma quiere que le diga la verdad a Max, Alexis quiere que deje de "luchar" y que visite a Michael, Michael quiere que acepte que somos igual y yo, yo no sé que es lo que quiero.


Estoy hecha un desastre, sé diferenciar entre el bien y mal, sé que la decisión más racional es que detenga todo esto, el gran problema es que no sé exactamente cómo. Siento que visitarlo y cumplirle su deseo es una manera de acabar con todo. En esta último visita me despediría y me olvidaría de él y de todo lo ocurrió. No quiero seguir en este círculo, quiero poder salir sin sentir que me espían, quiero hacer lo que quiera sin que alguien me amenace con hacerle daño a mi familia. Solo quiero acabar con todo esto.




Muevo mi cabeza a la mesa de noche. Mi teléfono está sonando, cierro mis ojos con frustración, sé quién es.


A pesar que me hago una idea de quién puede ser, no evito que mi corazón se acelere y me sienta un poco nerviosa porque cuando llega la hora de enfrentar cosas, siento que no puedo hacerlo.


Mis manos tiemblan cuanto tomo el teléfono debido a los nervios pero no me detengo y contesto.


-¿Hola?


-Princesa.


Cierro mis ojos. Lágrimas se empiezan a formar sin que yo quiera. No quiero hablar con él en estos momentos, lo único que quiero es seguir con lo planeado. Quisiera que nuestra única interacción sea cuando me despida, pero eso no es posible por que él no lo quiere así.


-Michael, por favor, ya deja de llamarme.-digo rápidamente.


-Sabes que soy muy insistente


-¿Por qué estas llamándome ahora?


-Sabia que estabas despierta...- no quiero ni preguntar cómo sabe eso. – estoy esperando que vengas.


Aprieto mi mandíbula al escuchar lo último. Muerdo mi labios luego ya que tengo una idea pero no sé si deba llevarla a cabo. Va en contra del plan original pero tal vez sea una solución...


-Te propongo algo...- mi voz baja poco a poco mientras hablo. Respiro profundo para ser capaz de continuar. - ¿Por qué no es mejor hablar por teléfono? Podríamos hablar cuando tu quieras...


ContigoWhere stories live. Discover now