XXXII

3.3K 254 70
                                    

Aprieto la sabana con fuerza.

¿Esto sucederá siempre?

¿Tendré que aguantar y fingir para siempre?

¿Lloraré cada noche, cada vez que me toque?

No.

No puedo con esto.

Solo quiero correr y correr, no quiero sentir miedo. Quiero cerrar mis ojos y nunca despertar.

Estúpida, estúpida, estúpida.

Espero que Esteban no esté jugando conmigo, espero que de verdad me ayude a salir o lo que sea que tiene en su mente. Cuando el momento llegue, no voy a pensar, no voy a dudar ni por un momento, solo voy a pensar en mí, en ser libre.

Cierro mis ojos con fuerza.

-Michael...-susurro. No contesta, aprieta su agarre en mi cintura con más fuerza. Suelto un quejido- Michael...tu brazo...me duele.

-Me gusta tenerte cerca- es lo único que dice.

Trato de respirar hondo, siento que me quedo sin aire. Tal vez es solo mi mente, pero quiero alejarme de él, no quiero que vuelva a tocarme.

-Por favor...Michael- vuelvo a susurrar- No puedo respirar.

Mi cuerpo se tensa cuando Michael hace más presión en mi estómago, jadeo.

-Te amo.

Un escalofrío me recorre al escucharlo decir esas palabras. De repente, suelta su agarre de manera brusca haciendo que el aire llegue de repente.

Mi cuerpo tiembla.

-Gra...cias-susurro con voz rota.

Me aferro más a la sabana y cierro mis ojos. Solo quiero dormir y desconectar de todo aunque sea por un instante, olvidar donde estoy, quien soy.

Abro mis ojos inmediatamente, no puedo dormir.

Suspiro, decido voltearme lentamente y sin hacer mucho alboroto. Veo a Michael, veo su rostro totalmente calmado; no parece él. Parece una simple persona, no un monstruo. Vuelvo a voltearme con lentitud, apoyo mis manos en la cama y lentamente me levanto hasta quedar sentada. Miro a Michael, no se ha movido. Respiro y comienzo a levantarme lentamente, camino con precaución hacia el sofá.

Me dejo caer.

Pero con sutileza.

Todo se encuentra oscuro, no hay ni una luz en la habitación, solo se puede apreciar una delgada línea de luz del pasillo debajo de la puerta, me quedo mirando la luz.

Me pregunto si Alejandro sabrá que desaparecí.

Me pregunto si pensará en mi.

Los mellizos fueron las primeras personas a las que consideré mis amigos, nunca había tenido una amistad a parte de Emma y me imagino que cuando era pequeña, pero aun asi, siento que ellos son verdaderos conmigo. Se acercaron a mi sin ninguna mala intención, sin ninguna obsesión, todo fue sano.

Quiero verlos tanto.

Desearía haber pasado más tiempo con ellos; Alejandra me sacaba siempre una sonrisa a pesar que a veces me hacía sentir abrumada y Alejandro me hacía sentir...protegida. Espero que no me hayan olvidado. Tal vez es muy egoísta, pero no quiero que me olviden, quiero tenerlos como amigos para siempre. No importa que tenga poco tiempo desde que los conocí, quiero seguir pasando tiempo con ellos, quiero ser feliz y sentirme querida sanamente, no como Michael me "quiere".

ContigoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin