VIII

4.9K 285 53
                                    


Mi cabeza duele demasiado.

Abro y cierro los ojos renpentinas veces. La habitación se encuentra a oscuras pero siento que hubieran miles de luces a mi alrededor. Pongo una de mis manos en mi frente y aprieto, como si eso aliviaría el dolor.

Poco a poco abro los ojos con un poco de dificultad. La duda viene de repente, ¿Qué pasó? Mi cuerpo duele como si un camión me hubiera arrollado, me siento diferente, siento un peso en mi cuerpo que antes no sentía.

Logro sentarme y me apoyo en la pared. Mis ojos arden, mi garganta duele, y aún así no puedo pensar en que habrá sucedido para yo estar así. Sé que ayer Max y Emma salieron, pero después de eso mi mente está en blanco.

Hago un esfuerzo para moverme y poder salir de la cama.


-Aisa.


Mi vista sube cuando escucho mi nombre. Max se encuentra en la puerta de mi habitación, su mirada hace que sienta raro mi pecho.  Trato de darle una sonrisa.


-Hola.


Max camina despacio hasta llegar a mi cama, se sienta en esta y vuelve a observarme.


-¿Cómo estás?- parpadeo varias al escuchar su pregunta. Suena muy preocupado , como si algo horrible hubiera sucedido.


-No lo se.- contesto con honestidad, pero no me atrevo a mirarle. No sé cómo me siento, no se que es lo que tengo que sentir. Vuelvo al mirarle al querer preguntarle algo.- ¿Sucedió algo?


Max abre sus ojos a mi pregunta haciendo que me encoja, no entiendo su reacción.


-¿En serio no recuerdas?- no digo ni hago nada, no se que contestarle. Ahora se ve mas preocupado.- Aisa, ayer  tuviste un ataque, muy serio.- frunzo mi ceño. Mi mente esta en blanco.- Cuando llegamos de la cena, tu estabas bloqueando la puerta como...no querías que entráramos o algo así.


Pongo una mano en mi frente, siento la presión de nuevo en ella. Cierro mis ojos por la presión.

De repente no escucho a Max, es como si mis oídos se hubiera tapado, veo oscuridad por tener los ojos cerrados, pero eso no detiene a mi mente de desbloquear lo que tanto Max pregunta.


La carta.

El miedo.

Lágrimas.

Michael.


Ahogo un grito y mis ojos se abren de repente enfrentándome a Max. Por la impresión me echo hacia atrás. Cubro mi boca y solo lo observo sorprendida por lo que sucedió. ¿Cómo mi mente pudo bloquear eso?


-Aisa...-Max trata de acercarme, pero no lo permito cuando la carta viene a mi mente haciendo que no respire.-¿Aisa?

Lo miro por un segundo antes de casi saltar de la cama y correr hacia la puerta. Se me dificulta moverme, pero por nada del mundo dejare que alguno de ellos lean esa carta.

Voy a abrir la puerta y salir corriendo por la escaleras, pero Max interrumpe mi viaje tomándome del brazo, me voltea para que lo mire.


-¿Aisa, qué pasa?- niego con mi cabeza. Trato de soltarme de su agarre, no puedo.- Estas temblando...-Sus manos van mi rostro. Mi corazón se parte...se ven tan asustado.- Hablemos, por favor.

Aprieto mi mandíbula, no puedo hablar ahora, tengo que recuperar...no, él ya debió haberla visto. Mi corazón se acelera.


-¿No...no sabes que sucedió?- pregunto nerviosa. Él no puede saber, no quiero que sepa. Él niega. Respiro un poco.


ContigoWhere stories live. Discover now