Contigo

XXXIII

Me urge que Aisa y yo estemos juntos. Necesito que solo seamos ella y yo.

-Dijiste que tomaría más tiempo.

No puedes hacerme esto, Michael.

Yo quiero estar contigo.

No te vayas todavía.

No me abandones.

Siento mi cuerpo temblar, pero trato de controlarlo. No puedo permitir que él vuelva a decirme algo, ya me hablo horrible hace unos momentos, no quiero que se enoje conmigo...más de lo que ya debe estar.

Veo su rostro, se ve tan preocupado. No quiero enojarme pero no puedo evitarlo, ¿cómo Aisa puede ser tan mala? Michael se ve tan estresado, tan miserable, nervioso. Nunca lo había visto de esa manera. Ella arruinó su vida.

Si Michael nunca la hubiera conocido en esa estúpida fiesta, no hubiera cometido todas estas locuras, pero al mismo tiempo, si no la hubiera conocido sería infeliz.

Antes de conocerla, podía ver lo mucho que sufría. Si, tenía dinero, vivía bien, lo tenía todo, pero aun así era infeliz. Siempre con un rostro serio. Sin embargo, prefería que él hubiera seguido con su vida a que la arruinara por completo. Yo lo hubiera podido hacer feliz.

Pero él nunca me vio de esa manera.

Veo su rostro nuevamente, él está viendo el monitor, probablemente a Aisa. Todo ha cambiado demasiado, nunca imagine que esto llegaría tan lejos. Ni siquiera sé qué hago aquí honestamente, sé que es por él pero al mismo tiempo se siente como si no tuviera otra opción.

-No creo que deberías irte todavía- su mirada pasa a mi- A ti no te gusta hacer las cosas apresuradas, siempre has dicho que las cosas apresuradas no salen bien que para que salgan bien tienen que tomar tiempo.

Michael se tensa. Él es una persona que le gusta estar en control, odio que nada esté en orden. Con Aisa, él pocas veces se ha sentido en control.

-Ya estoy harto de que no nos dejen estar juntos- Aprieto mis manos al escucharlo- Tengo que alejarla de todos, es la única opción que tengo.

A mi también vas a alejarme.

No se si te veré.

Siento una presión en mi pecho, de repente quiero llorar. Mi cuerpo quiere perder el control, quiero gritarle, perder el control y decirle todo lo que siento.

Aprieto mis manos, no puedo hacerlo, no puedo permitir arruinarlo todo. No quiero arruinar lo que tenemos. Quiero seguir siendo su mano derecha...a pesar de que siento que cada vez me aparta más y más.

-Esta bien...te escucharé- Lo miro, no puedo ocultar mi impresión. No creí que de verdad tomaría mi sugerencia- Pero si algo parecido a lo de Max sucede, me voy.

Solo puedo asentir.

De todas formas va a irse, irse y abandonarme.

-Puedes retirarte- asiento una vez más y me levanto de la silla con lentitud, tratando de controlar el temblor en mi cuerpo. Las ganas de llorar por alguna razón aumentaron -Gracias por escucharme.

Trato de sonreir.

-Para eso estoy.

Al cerrar la puerta, tapo mi boca con rapidez para evitar que un sollozo se escuche.

Me apoyo en la puerta por un momento.

Tenía mucho tiempo que no lloraba.

Limpio mis lagrimas rápidamente, no quiero que nadie me vea. No es apropiado.

-¿Te despidió?

Volteo mi cabeza con velocidad, me tenso al encontrarme a Esteban.

-No es de tu incumbencia-Respondo. Esteban sonríe y se encoge de hombros.

-Si lo es, soy socio de tu señor. Debo saber a que empleada se va a despedir.

Aprieto mi mandíbula. No quiero decir nada ofensivo, Esteban puede ir y contarle todo lo que diga; es mejor cuidarse.

-No me van a despedir- Es todo lo que digo con voz cortante. ;E volteo para encaminarme a mi habitación, disimuladamente limpio los restos de lágrimas.

-Vamos, tienes que decirme- Comienza a seguirme. Le doy una mirada seria, no quiero que me siga, pero hace caso omiso.-Estabas llorando- me detengo, no me volteo- Algo tuvo que haber pasado.

-Lo vuelvo a repetir- me volteo y lo miro. Él tiene su típica sonrisa- No es de tu incumbencia

-¿Es por que él se va?- no contesto-¿Es por qué te va a dejar solita?

Aprieto mis manos en puños.

-No me agradas. Nunca lo has hecho.

Su sonrisa flaquea un poco, pero se compone. Él nunca para de sonreir, me aterra.

Honestamente no se por que Michael es amigo de él, si fuera yo, lo mantuviera lo más alejado posible.

-No tienes porqué hacerlo- se encoge de hombros nuevamente- No eres tu la jefa.

-Si crees que diciendome esas cosas me haras sentir mal, estas equivocado- me acerco mas él, no quiero que nadie más escuche lo que voy a decir- Algo tienes tramado con Aisa y no permitiré que te salgas con la tuya. No arruines los planes de Michael.- se cruza de brazos.

-¿Y quien dijo que ayudaría a la princesita?- lo miro acusadoramente.

-No soy tonta. He visto cómo la miras.

Se ríe.

Se está riendo.

-Dios, definitivamente Michael te tiene segada- abro mi boca para negar, pero él no se calla- Tranquila- se acerca aún más- No la miro como tu piensas.

Se aleja.

-Además, estoy aburrido- Sonríe de gran manera. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo.- Jugar es divertido.

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Holaaaaaaaaaaaaaaa

¡Sorpresa!

¡Felices fiestassssss!

¿Cómo la están pasando?

Espero que esten bien y sanos.

I love youuuuuu

Gracias por estar aquí y leer mis historias, para mi eso es el mejor regalo.

Espero que lo hayan disfrutado💜

Gracias por leer💜

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