Treinta y ocho

913 59 16
                                    

Agarramos bien los pantalones y disfrutad del espectáculo nenas, se viene bien calentito.

En cuanto encuentres este símbolo (#) dale al play a la canción.

***

—¡Au! —se queja en mi oído por el golpe—. ¡Nena!

—¿Qué?

—Dame placer anda.

—Estoy cansada —me quejo contra la almohada.

Y molesta porque no ayuda nada con los preparativos de nuestra boda, al final será más mi boda aunque el diga que es feliz dejando que elija lo que me gusta. Lo único que le importa es la ropa interior que llevaré y la que usaré en la luna de miel.

Maldito pervertido.

—Llevamos casi una semana sin sexo, nena, me voy a volver loco.

—Acostúmbrate, vamos a ser un matrimonio y algunos pasan hasta un mes sin hacerlo.

Me giro en la cama dándole la espalda para que se duerma. Claro, como el señorito no estuvo revisando tiendas en busca de EL vestido indicado para mí, ni buscando el de mis bellas damas de honor, ni eligiendo el restaurante y el menú, ni los arreglos florales para la iglesia, ni las invitaciones, ni los recordatorios para los invitados.

¡Nada!

Debería cargarle algo de trabajo al engreído este para librarme de hacer todo y que no me salgan canas antes de tiempo.

—Por encima de mi cadáver —oigo que murmura cerca con sus manos apretando mi culo.

Bueno pensando así en caliente más detenidamente quizá no me venga mal relajarme un poquito, y sobretodo con mi hombre que sabe mejor que nadie que puntos tocar y masajear para hacerme papilla en segundos.

Dios lo dotó de habilidades demasiado buenas para todo y su lengua es muy útil no solo para hablar sino también para usar en todo mi cuerpo. Y madre mía que manos más expertas, no sé cómo aprendió a hacer todo lo que sabe pero doy gracias a la vida de que sea tan increíble.

Es increíble que ahora vaya a ser todo mío. Seré la única que disfrute de él hasta mi último suspiro. Moriré muy feliz si es entre sus brazos.

Me giro en la cama y me quedo mirando su lindo rostro.

—¿Que pasa nena?

—Me gusta mirarte —murmuro—. Me doy cuenta de lo afortunada que soy de tenerte.

—Yo sí que soy afortunado de tenerte —pasa su brazo por mi cintura.

Paso mi mano por su cuello y observo de cerca esos ojos tan hipnóticos y esa boca echa para el pecado.

—Me fascina como babeas por mí —murmura.

Entrecierro los ojos mirándole con odio y él se ríe antes de besarme apretando más mi culo con sus dos manos y restregando su ereccion.

Paso la mano por todo su pecho desnudo que está muy suave por haberse depilado el poco bello que le sale y hace su piel blanca y reluciente como el mármol con el que se tallaron a los dioses.

—Pensándolo bien creo que... —no me deja terminar la frase cuando ya lo tengo sobre mí devorandome los labios como si fuera lo más delicioso del mundo.

Nos levantamos tarde de la cama porque pasamos horas desnudos enredados en los brazos del otro comiendonos y dándonos placer de todas las formas y posturas imaginadas y sin imaginar.

Y a la hora de comer en lugar de cocinar pedimos una pizza, que Karen no esté algunos fines de semana es horrible, ya me acostumbré a que esa mujer haga de todo y sin ella estamos perdidos.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]On viuen les histories. Descobreix ara