Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]

Cuarenta y uno

Salimos de la iglesia entre aplausos y vítores y llegamos a la limusina donde no dejamos de besarnos en todo el camino al restaurante. Intenta meterme mano todo el rato pero el vestido se lo impide.

Sale el primero de la limusina al llegar y me ofrece las manos para salir y no romper el vestido.

—Soy la señora Langford —me regodeo mirando mi precioso anillo.

En el restaurante los invitados van llegando y nos guían por el restaurante al jardín donde está todo preparado y precioso. El suelo de madera con todas las mesas ya preparadas, la larga mesa con el barman, una plataforma para el dj y el cubierto del toldo con luces está precioso. Todo está decorado con tonos llamativos dorados, plateados, blanco y un poquito de azul turquesa que pedí en específico porque se ha vuelto mi color favorito.

—Les presento oficialmente al señor y señora Langford.

Pasamos al jardín hacia la pista de baile.

—¡Vivan los novios! —nos reciben los invitados que ya han llegado.

Los flashes de los fotógrafos y los gritos del organizador nos reciben los primeros guiándonos al centro de la fiesta.

Una música suave empieza a sonar y me cuelgo del cuello de mi maridito para besarlo mientras bailamos.

—Mi mujer —murmura apoyando su frente contra la mía.

Me coge de la mano haciéndome girar y cuando me atrapa entre los brazos me hace inclinarme hacia atrás.

—Oficialmente mía —se regodea orgulloso.

Me río y la canción termina por lo que procedemos a sentarnos en lo que sirven la comida. Mientras los invitados acaparan a Ethan aprovecho a escaparme unos minutos con Hannah que me ayuda con el vestido para cambiármelo por el corto. Me quita un par de pinzas que dejan caer parte de mi cabello ondulado por mi hombro y salgo de nuevo llamando la atención de todos.

En segundos tengo a Ethan encima agarrandome de la cintura tocando ahora que puede con este vestido liso con falda pegada hasta la mitad del muslo, sin mangas con la espalda al aire aunque con poco escote.

—Este vestido me gusta más.

Nos vamos a nuestra mesa con nuestros padres y amigos y empezamos a comer.

Los camareros van cambiando los platos y sirviendo las copas. Algunos pasan rápido de la comida y se van a la pequeña pista a bailar y a charlar en la barra de bebidas.

Ethan no me suelta allá donde va llevándome a conocer a muchos de sus amigos y socios. Lo arrastro para ir con mis amigas a hablar pero Hannah está ocupada bailando con Rebeka rodeados de hombres millonarios. Dereck está hablando con Roman en la mesa, mis padres se lo pasan en grande bailando y la madre de Ethan está persiguiendo a los gemelos que intentan beber y no dejan de liarla.

—¿Te lo pasas bien? —pregunto acariciando la alianza en su dedo.

—Me lo pasaría mejor solo contigo en una cama.

Me inclino para darle un beso y por encima de su hombro veo a su abuela acercarse arrastrando los pies apoyándose en el bastón.

—Hola abuela —sonrió fingiendo ser un angelito bueno.

Se levantó dejando que se sentara en su silla a mi lado.

—Ethan, ve por ahí a hablar con tus amigos —le dijo su abuela.

—¿Por qué?

—Haz lo que te digo niño o verás de lo que es capaz esta anciana —le dijo alzando el bastón con intención de golpearle.