Treinta y cinco

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Abrí los ojos sintiéndome feliz hasta rebosar. Mi hombre precioso se encuentra a mi lado con su brazo en mi cintura durmiendo como un demonio que finge ser un dulce angelito.

Le doy un dulce beso en la mejilla y me levanto apartando su brazo y se queja girandose boca abajo abrazando la almohada.

Me voy a la ducha y en cuanto estoy secandome el pelo Ethan adormilado aparece por detrás restresandose demostrando ser un ser insaciable con una ereccion permanente que trata de engatusarme para llevarme de vuelta a la cama. No deja de besarme el cuello y tocarme a pesar de que le digo que no.

Tengo mucho que hacer para esta noche que es treinta y uno de diciembre y nuestras familias vienen a cenar.

Gruñe en mi oído y se vuelve a la cama en lo que termino de atarme el cabello seco en una coleta mal echa para ir a la cocina y hacer una lista con lo que necesito para la cena. Voy preparando las cosas para los postres y los dejo en la nevera ordenando la cocina aunque Karen vaya a matarme por andar a mover las cosas.

Busco en el escobero los productos de limpieza y paso un trapo por todas las encimeras para dejarlas limpias y listas para cocinar. Paso el plumero en la zona del salón y luego limpio con desinfectante la mesa. Voy a la bolsa donde dejé las cosas para decorar la mesa que compré ayer y dejé en una bolsa al lado del mueble de entrada pero algo me distrae. Hay un sobre en el suelo delante de la puerta de entrada. Alguien lo metió bajo la puerta. Me acerco a cogerlo y veo mi nombre.

Lo abro curiosa y desdoblo el papel.

Feliz Navidad Loren.

Espero que te guste mi regalo. Mira en la jaula.

¿Quien envió esto? No hay remitente ni nada. Es un simple sobre con una caligrafía muy delicada y cuidada.

¿Mira en la jaula? Espero que esto sea cosa de mis amigos que me hicieron un regalo con ayuda de Ethan. Y en la jaula solo puede significar que le compraron algo a mi hurón, quizá sea el arnés para llevarlo de paseo o incluso una novia para Rasty.

Con ilusión dejo el sobre en la mesa de café y levanto la manta con la que cubro a Rasty por las noches para que duerma.

Al levantarla me quedo congelada con lo que veo. La dejo en el suelo arrodillandome y abro la puerta esperando ver mal.

—¿Ra...Rasty? —pregunto con el labio inferior temblandome.

Meto la mano y el hurón sigue sin responder. Esta boca arriba en el suelo de la jaula muy quieto, algo que no es normal en él porque siempre se despierta temprano y en cuanto oye ruido más y es muy inquieto siempre que le quito la manta de encima ya está moviéndose por toda la jaula deseando salir.

—Rasty —lágrimas asoman de mis ojos y cuando toco su cuerpo que está completamente frío empiezo a llorar.

El cuenco de comida está a medio comer y nunca lo deja a medias.

Alguien lo ha matado. Estaba completamente sano, no se murió porque si. Alguien le hizo algo.

Lloro apretando la manta entre mis manos y siento la presencia de Ethan aparecer por el pasillo.

—¿Nena?

—Está muerto —sollozo y viene a mi lado para llevarme contra su pecho.

—Es el ciclo de la vida, nena —dice para reconfortarme.

Me aparto bruscamente y miro el cuerpo de Rasty.

—No es el ciclo de la vida, Ethan, lo han matado —exclamo y señalo la nota que está en la mesa tras él.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]Where stories live. Discover now