Treinta y seis

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Grito con fuerza soltando lágrimas que se mezclan con los gritos de pánico de la gente que corre de un lado a otro.

Las luces de emergencia apenas iluminan el lugar pero con las linternas de los móviles consigo ver mi mano con la sujeto mi brazo y veo mis dedos manchados de sangre.

Entro en pánico y empiezo a marearme por el dolor. Ethan me sujeta con fuerza mirando con pánico mi brazo.

—Tranquila nena, te tengo —dice cuando me aferro a la chaqueta de su traje—. Te sacaré de aquí.

—Me duele mucho —lloriqueo caminando entre la gente que no deja de gritar y correr de un lado a otro.

Las chicas se pegan a Derek que las protege detrás de nosotros y Ethan se hace paso a empujones. Con dificultad conseguimos llegar a la salida donde todos se aglomeran asustados y las sirenas de la policía se oyen a lo lejos igual que las ambulancias.

En unos segundos eternos donde cada vez me mareo más sosteniendo mi brazo que me arde y por el que sigue resbalando sangre hasta el suelo llegan los policías y las ambulancias calmando a la gente.

Ethan me lleva deprisa hacia la ambulancia y un hombre y una mujer abre la parte trasera dejando que me siente y se ponen los guantes para revisar mi brazo. Aprieto la mano ensangretada de Ethan cuando me tocan y me escuece sacándome alguna lágrima y unas muecas de dolor.

—La herida es profunda, por suerte no dañó nada —avisa el médico para nuestro alivio—. Pero me temo que tendremos que poner puntos.

Miro a Ethan y gimoteo por el dolor cuando me limpian la herida y casi grito al notar la aguja para los puntos de sutura atravesar mi piel y deslizar el delgado hilo.

—Loren, pequeña —Derek aparece con las chicas—. ¿Estás bien?

—¿Tengo pinta de estar bien Derek? —exclamo furiosa y suelto un quejido fuerte cuando me hacen daño.

Se me cristalizan los ojos y me estoy mareando de lo que duele.

—Nena, estate quieta o te van a hacer daño —me riñe Ethan.

—Te pasa por hablarme mal —Derek se cruza de brazos y me mira con mala cara.

—Lo siento —murmuro lloriqueando— es que me duele mucho.

Me acaricia con suavidad la mejilla y me besa la frente como el hermano mayor dulce y protector que tanto amo.

—Hemos hablado con la policía —nos cuenta y Ethan lo mira interesado—. Están interrogando a todos los presentes y van a hablar con los empleados pero no hay buenas noticias sobre quien disparó.

—¿No tienen ninguna pista? —pregunta Ethan.

Derek niega y mi hombre aprieta la mandíbula.

Terminan con los puntos y me vendan el brazo en lo que Ethan se encarga de hablar con los policías cuando se acercan a la ambulancia para hablar con nosotros.

Ethan les cuenta lo poco que sabemos y ellos anotan.

—Espero que se recupere pronto —me dice—. Les mantendremos al tanto de las nuevas noticias.

Se guardan la tarjeta de Ethan y van a seguir interrogando a más personas.

Levanto la cabeza del hombro de Hannah.

—¿Podemos irnos ya? —pregunto haciendo pucheros.

Los médicos me dan unas pastillas por si tengo dolores durante la noche y me agarro a Ethan caminando hacia los coches para volver a casa. Las chicas me abrazan y Derek besa mi frente como despedida y subimos al coche para irnos a casa.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora