Veintinueve

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Sonreí a los presentes y agarré con fuerza la mano entrelazando nuestros dedos y luego cogí la mano de la que tenía a la izquierda e hice lo mismo.

—Gracias por hacer esto por mi —murmuro mirándolo a los ojos—. Es el mejor cumpleaños del mundo.

—Todo por ti preciosa —me guiña el ojo y me giro hacia el otro lado.

—Gracias por ser mi mejor amiga y perdóname por tenerte tan abandonada —hago pucheros ante su mirada algo dura.

—Te perdono solo porque yo también haría lo mismo teniendo un adonis como el tuyo, pero aun estoy dolida.

—Prometo que haremos más cosas juntas —aprieto su mano—. Los cuatro haremos más pijamadas.

Un gruñido al otro lado de la mesa enfrente de mi nos hace girarnos.

—¿Te pica algo, cuñado? —le dice Hannah a mi hombre que está cabreado y de morros porque no quise sentarme a su lado sino que me senté con Hannah a mi izquierda y a su lado Rebeka y a mi derecha está Dereck.

Ethan se apoya en la mesa mirando con odio a Hannah.

—Me pica que me robeis a mi mujer.

—Todavía no es tu mujer —le reclama mi amiga abrazando mi brazo en plan posesiva—. Nosotros nos casamos con ella mucho antes que tú.

—No me importa, ahora es mía —espeta Ethan—. Díselo nena.

—Eso mejor amiga, díselo.

—Eso hermanita, díselo —apoya Dereck y Rebeka por detrás asiente.

—Diles en la cama de quien prefieres estar, nena —dice Ethan con maldad—. Diles en los brazos de quien te gusta que te den calor.

Me muerdo el labio porque lo ha dicho a propósito porque quien se ganó mi corazón y mi cabeza.

—Bueno, yo... —miro a ambos lado y luego a Ethan que me da esa sonrisilla chispeante que me emboba—. En los tuyos, sí.

Hannah y Dereck se enfadan y me sueltan las manos haciéndose los enfadados pero tengo toda la atención de Ethan y el coge mis manos entre las suyas besando el dorso con una sonrisa de suficiencia porque ha ganado.

¿Es que como no va a ganarme? ¿Habéis visto esa carita de ángel que pone para luego ser un demonio en la cama? Un hombre así de increíble no se encuentra todos los días. Yo voy a quedarme al mío para siempre así tenga que vender mi dignidad, mi autoestima y mi inteligencia. Por él sería capaz de hacerlo.

Mis padres llegan por fin y se sientan en el gran reservado que eligió mi hombre para celebrar mi cumpleaños. Cenamos tranquilamente por parte de algunos porque los gemelos no dejan de pelear y tirarse trozos de pan. Por otro lado mis padres hablan animadamente con la madre de Ethan. Mark y su mujer le cortan la camida a Valerie que está sentada al lado de mi hombre.

Ethan y Derek charlan mientras yo me pongo al día con Rebeka y Hannah.

Los platos van pasando y las copas de vino también se van vaciando muy rápido.

Antes de que sirvan el postre me entregan los regalos que abro con ilusión y luego un camarero se encarga de llevarlos al coche.

Ethan me sonríe cuando me traen la tarta con unas velitas doradas y plateadas y sonrío a todos agradeciendo tener una familia tan maravillosa. Soplo las velas y reparten trozos de tarta que devoro junto con más vino.

Mis padres de marchan un rato después con la madre de Ethan y Mark y su mujer se llevan a Valerie que ya está medio dormida.

—Es hora de ir a casa —dice Ethan y se me escapa la risa seguido de que me empiece a darme el hipo.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]Where stories live. Discover now