CAPÍTULO 7 || PODER ||

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Es atractivo y él por supuesto que lo sabe, ya que en su rostro no borra esa sonrisa de superioridad.

Narcisista y atractivo.

Su presencia es intimidante, la tensión en el salón de la sala evidente y de reojo puedo ver como mi madre lo nota.

— Amelia — Estiro mi mano — Amelia Ricci.

El hombre de traje negro delante de mí, solo ofrece una sonrisa ladeada. Al ver que no le ofrezco un típico saludo de mano, da unos cuantos pasos quedando cerca de mí.

El tenerlo tan cerca me hace admirar su altura, aunque no sea tan bajita, es notoria la diferencia. Se inclina hacía a mí dando un cálido beso en mi mejilla, puedo escuchar mi corazón latir con fuerza y me controlo al no soltar algún suspiro nervioso.

Leonel sabe lo que provoca su presencia, sabe que con tenerlo cerca puede hacer mojar a cualquier chica, pero no a mí.

¡Oh mentirosa!

Bueno cierto, el hombre está buenísimo.

— Un gusto conocerte. — el acento italiano se escucha magnífico con su voz gruesa.

¡Santo dios!

Al separarse de mí puedo ver como me mira detalladamente, como si no quisiera perderse ningún gesto mío. Paso saliva al querer controlarme ante el bombón que tengo enfrenté

— En una hora comienza el evento, me disculparás Leonel, pero tengo asuntos que resolver. — maldita bruja.

Por esta razón actuaba tan amable conmigo, le convenía tratarme bien para presentarme a Leonel.

A la vez agradezco que se marche, la tensión sexual es evidente y no me gustaría tener que besar a este hombre delante de ella.

Miro a Leonel, que como si fuera por instinto me registra de pies a cabeza.

— La famosísima Amelia, ¿qué tal te fue con ese extraño poli amor?

El tono de burla hace que me tense y con una sonrisa forzada le señaló los sillones que están atrás de él.

Leonel es engreído y atractivo pero todo un Idiota.

— La verdad estuvo delicioso, gracias por estar al pendiente de mí — miento para no quedar como idiota.

No le diré «corrí al ver a los paparazzi».

Él toma asiento en el sillón individual y al no querer quedar a su lado, me siento en el que está enfrente de él.

— Bueno y como no estarlo, si estuvo en las portadas de las revistas de roma. Quiere provocarme, él sabe que ese tema me genera vergüenza.

Me quedo callada al no querer decirle de lo que se va a morir, y él se recarga en el sillón poniendo una mano en el respaldo y otra tocando su mentón.

TRAVIESA OBSESIÓNWhere stories live. Discover now