La vida de Amelia Ricci da un giro inesperado cuando, debido a una serie de circunstancias que amenazan la estabilidad y el honor de su familia, se ve obligada a casarse con un influyente empresario cuya reputación es tan impecable como su fortuna.
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Todos creemos encontrar al amor de nuestras vidas, a esa alma gemela de la cual nos enamoramos perdidamente imaginando un futuro juntos.
Siempre fui consciente que las debilidades son tu destrucción, que tus enemigos jamás deben saberlas. Pero ese fue mi mayor error, el villano de mi historia conoció no solamente eso, también mi verdadera yo.
El hombre que en cuestión de días iluminó mi día, aquella vida repleta de tormentos tuvo una esperanza...
Y tuvo el poder de apagarla en segundos.
Los recuerdos de la universidad llegan a mi mente, aquel consejo que me dio Jullie pero ignore por completo ahora tiene mucho sentido.
"¿Sabias que si tu encuentras al amor de tu vida, probablemente para ese hombre o mujer no lo eres y tienen que buscar al suyo?"
Probablemente estábamos destinados a estar juntos, pero las circunstancias de la vida no lo quisieron así. Fuimos una maravillosa pareja, pero en el momento incorrecto.
Y quizás era el amor de mi vida, pero yo no el suyo.
Termino de fumar el 3 cigarrillo de la noche, observo mi reloj 1:50 de la madrugada. El enterizo color negro de manga larga me cubre del frío, el sitio es una bodega abandonada a las afueras de la autopista de Roma.
Un lugar frío, con poca iluminación y vacío, un silencio puro me acompaña mientras espero al hombre que debió llegar hace 10 minutos.
Reunión especial y para ello, amerita algo especial así que me puse su labial favorito "rojo".
- Perdona la demora.
Y ahí está.
Brian Davilson entra con ropa deportiva y su cabello alborotado, lo contrario a mi. Se intenta acercar para darme un beso en los labios, pero me aparto sutilmente.
- ¿Novedades de tu padre? Luces muy hermosa por cierto, crei que estarías...
- ¿Destrozada? ¿Arruinada? - lo interrumpo alzando mi voz.
Él arruga sus cejas y niega.
- Debemos hablar de otros temas, ahórrate las peleas.
Respiro intentando tranquilizarme, pero es imposible.
Lo tengo a centímetros de mi y no puedo formular ni una sola palabra teniendo tantas preguntas en mi mente.
- El estar aquí, tu actitud y mi distanciamiento desde que desapareció tu padre solo te confirma una cosa. - habla - Y no quiero decirla, porque se perfecto que ya lo sabes.
