La vida de Amelia Ricci da un giro inesperado cuando, debido a una serie de circunstancias que amenazan la estabilidad y el honor de su familia, se ve obligada a casarse con un influyente empresario cuya reputación es tan impecable como su fortuna.
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Todos hablan de las consecuencias que tiene el cansancio físico: pérdida de apetito, falta de sueño, entre otros.
"Amelia pudo no estar ebria, pero el agotamiento pudo ser el culpable."
Aquellas palabras de mi padre, no dejan de repetirse desde el día de ayer que llegué a la mansión.
¿Es cierto?
Me aísle 1 mes, no tenía contacto con nadie y cuando decidí retomar mi vida... ocasione un desastre.
¿El cansancio mental fue el culpable?, porque nadie menciona lo difícil, desesperante y asfixiante que es el dolor mental.
Tener que soportar los medios de comunicación, la discusión de mi familia al no querer dar comunicados y mis amigos preocupados por mí.
Siempre estoy para todos, pero necesito tiempo para mí...
Los analgésicos relajaron tanto mi cuerpo, que por primera vez tuve una noche tranquila y relajante. Mi mente descansó, aunque ayer la abuela Santoro estuviera a todo momento pendiente de mí.
Hace media hora escuchó la voz de mi mejor amiga, la cual me despertó y aunque no abriera los ojos intente seguir durmiendo lo cual fue imposible.
— ¡Amelia de mi vida! — exclama — Debes despertar, porque papi te tiene una sorpresa.
Frunzo las cejas ante su tono de voz tan feliz.
El día de ayer fueron momentos tensos para la familia, en especial ella que no dejaba de llorar diciéndome lo preocupada que estuvo.
— Quiero dormir... — me quejó cuando ella me quita la cobija.
— Frank me dio permiso de decirte la maravillosa sorpresa, pero necesito que abras los ojos.
Aunque tuve una noche relajante, no pude dormir en mi posición favorita: boca abajo.
Por el collarín tuve que estar boca arriba rodeada de miles de almohadas, suelto un quejido cuando lentamente abro los ojos y bostezo.
— Son las 10 de la mañana, flojilla. — ¿Por qué mi maleta está así? — cuestiono al verla a ella y mi ropa en uno de los sillones de la habitación.
Mi amiga se encuentra concentrada escogiendo mi ropa para después ponerla en la maleta grande plateada.
— Tu padre organizo un viaje: 5 días en Seattle en compañía de Brian Davilson.
— ¿Qué?
Hago un gesto de molestia al ver que no se ríe, de seguro esto debe ser una broma...
