La vida de Amelia Ricci da un giro inesperado cuando, debido a una serie de circunstancias que amenazan la estabilidad y el honor de su familia, se ve obligada a casarse con un influyente empresario cuya reputación es tan impecable como su fortuna.
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La decisión de independizarme era algo que debió ocurrir hace mucho tiempo, solamente que la cobardía y miedo respondía por mí.
Hace 5 días se presentó una maravillosa oportunidad, una vendedora de bienes raíces se contactó conmigo ofreciendo sus 5 mejores Penthouse de lujo.
El pesado y grande portafolio se encontraba repleto de opciones, desde los más escondidos hasta los más cerca del centro. Ninguno llamaba mi atención, mi idea era clara: no tan lejos, pero no tan cerca.
Ella como última opción me presento un Penthouse valorado en varios millones de dólares, cuenta con 3 recámaras, 2 baños completos, cocina y sala integrada.
La ubicación es perfecta, una hora de la mansión, pero cerca del apartamento de Jullise, el Penthouse de las trillizas y la empresa lo cual es lo importante.
Firmar el contrato y hacer la compra demoró 1 día y medio, cuando ya todo era oficial organice una cena con la familia reunida. Al informarles sobre mi salida de la mansión, mi madre se opuso completamente.
Recuerdo que esa vez fui firme con mi decisión, pero por otro lado me entristeció que mi padre no me pusiera atención, solamente me dijo «Bendiciones en tu nuevo hogar.»
Su favoritismo por Alessandro lo ciega completamente, desde que era una niña solía dejarme de lado, pero ahora lo entiendo.
Tenía años sin ver a su amado hijo..
El día de ayer organicé la mudanza, quise comprar todo nuevo y para ese proceso tuve una videollamada con mi psicóloga Lia Miller. Platicamos sobre los últimos acontecimientos los cuales me tiene muy alterada.
Su recomendación fue «Un orden en mi vida», tener una maldita meta la cual sea capas de cumplir y no dejar. Mantener mi mente ocupada en el compromiso falso y hacerlo bien, por una vez en mi vida.
Todo eso me servirá para no crear problemas, y dejar de pensar sobre el día que tuve relaciones con Leonel...
Aquel día del artículo, la discusión se puso caliente y terminamos solucionando con sexo. Todo fue delicado y nada forzado, pero...
Gran parte del tiempo no podía dejar de pensar en él...
Podre mantener mi mente ocupada, pero es maldito mensaje no me deja en paz. Porque también lo deseo, pero me enfurece que no me negará aquellas especulaciones de su «Novia.»
Esperaba un mensaje donde ordenara que nos viéramos, pero nunca una estúpida felicitación por el artículo que ordeno mi asistente, la cual le di un aumento.
Las voces de mis amigas hacen que vuelva a la realidad, aparto la mirada del espejo de cuerpo completo. Mi vestido negro de tirantes se desfigura ante el espejo que nos muestra trina.
