CAPÍTULO 8 || ESTADOUNIDENSE ||

166 18 19
                                    

(En multimedia: Greggory)

(En multimedia: Greggory)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.





Las personas más importantes e influyentes de todo Roma, se encuentran aquí. Desde empresarios hasta políticas, cada uno acompañado de su esposa e hija.

Algunos diseñadores alaban mi belleza, me saludan invitándome a su próxima semana de la moda. Sin embargo cordialmente les digo «Comuníquese con mi asistente» y con una sonrisa me marcho de ahí.

El vestido rojo es la sensación del momento, los embajadores y empresarios han intentado coquetear conmigo, sin embargo sutilmente los rechazo.

Ha pasado una hora donde mis padres dieron la bienvenida a esta pequeña "ceremonia", bebo un poco del Martini que tengo entre mi mano y no les quito la vista a mis hermanas.

En especial a Grecia, esa pequeña, demonio que con su belleza logra que los empresarios se le acerquen. He estado sola sin acompañante, Julie tuve que retirarse por una emergencia sobre su hijo, tal parece tiene algo de fiebre y la niñera se espantó.

La mansión abrió uno de sus living's, para la celebración, pequeñas mesas plateadas tipo bar decoran gran salón. Los tonos de paredes son grises y la decoración es sutil con tonos negros, blancos y dorados.

Los meseros pasan con una bandeja de martinis, uno pasa por mi lado derecho y tomo mi segunda copa.

Dejo el Martini en la pequeña mesa de bar y miro fijamente a Leonel lamiéndome mis labios, el vestido rojo aún hace efecto en él.

Puedo observar como ignora a los viejos empresarios y se enfoca en mí tensando su mandíbula. Intento pasar una mano discretamente por mi escote cuando una voz masculina me interrumpe.

— ¿Amelia? ¿Amelia Ricci? — su voz incrédula me hace girar hacía aún lado.

Encontrándome a un moreno, metro noventa, ojos cafés. Le sonrió sin descaro alguno y este no deja de mirarme

— Dios... eres más bella en persona.

— Gracias desconocido — río levemente ante su coquetería.

¿Nueva conquista? Talvez...

— Greggory Wilson — me extiende su mano y con gusto la acepto.

Él levanta ligeramente mi mano dando un cálido beso en mis nudillos.

— Tu nombre y tú, no me es conocido — digo — Créeme que un moreno tan ardiente como tú, jamás lo olvidaría.

Este ríe mostrando su perfecta, blanca y derecha dentadura. Este hombre es fuego... Y definitivamente no es italiano, ese acento estadounidense es clarísimo.

— No linda. Soy nuevo en la ciudad, vine acompañando a Edén Davis — dice — Pero si la propuesta de follar...

¿La nueva diseñadora de PRADA?

TRAVIESA OBSESIÓNWhere stories live. Discover now