CAPÍTULO 17 ||DAVILSON INC.||

130 8 3
                                    


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Mi inicio de semana comienza cargado de trabajo, son las 7 de la mañana y termino de acomodar el traje negro desabrochando los primeros 3 botones de la camiseta blanca.

El fin de semana fue un verdadero dolor de cabeza, solo quiero un respiro y mi asistente parece no notarlo ya que esta detrás de mí molestando.

— El día de hoy tiene solamente 2 reuniones, a las 8 con los empleados y más tarde junto con el señor Gregorry y los nuevos socios.

Aplico loción en mi cuello y con mis dedos peino mi cabello tratando de calmar mi temperamento y no explotar tan temprano.

— Relájate un poco, es muy temprano.

Después de mi plática con Vito, mis jaquecas son frecuentes y mi paciencia es nula.

Me doy la vuelta y observo que todavía sigue aquí viéndome, niego y caminamos hacia el comedor y no había notado que hicieron algunos diseños en las escaleras corte imperial.

— Desayuna con nosotros. — le digo sorprendiéndola.

— ¿Y-yo? — ignoro su estúpida respuesta y le señaló la silla.

Ella se sienta de inmediato y por mi parte, camino hacia mi lugar. La empleada empieza a servir el desayuno y le rechazó el café con leche, ella me preguntan cómo lo quiero y les explico.

— Ese debería ser tu trabajo.

— ¿Disculpe? — me responde cuando da un breve sorbo al café con leche.

— Desde que llegamos debiste explicarles a las empleadas como me gusta el café, que comidas no me agradan y mi dieta.

Ella alza las cejas y después actúa arrepentida.

Cuando Emilia quiso hacer sus prácticas en mi empresa era muy eficiente, sin embargo desde que llegamos se ha vuelto una inexperta.

— Perdone señor, pero tenía trabajo atrasado y usted no estuvo mucho en la mansión que no lo creí necesario.

La empleada trae el café negro y le agradezco, lo deja aún lado de mi pan crujiente con aguacate y tomate.

— Recuerda mi advertencia, Emilia otro error más y te largas.

Greoggry entra recién bañado luciendo un traje blanco y como siempre, defendiendo a mi asistente.

— ¿Tan temprano y espantando? — ruedo los ojos.

Empezamos a desayunar escuchando como Greoggry conoce a la empleada y le pide amablemente su desayuno.

— ¿Ya la conoces? — niego — La cocinera es colombiana, esperemos y un día de estos nos preparé una comida tradicional de su país.

— ¿Quién los contrato? — cambio la pregunta y Emilia responde.

— El tiempo que estuvo de viaje su madre creyó que era necesario contratar personal, además de decorar la mansión.

TRAVIESA OBSESIÓNWhere stories live. Discover now