CAPÍTULO 15 || FARSAS ||

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(En multimedia: Edén Davis ).

(En multimedia: Edén Davis )

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La noche fue espectacular todo salió tal cual, lo tenía planeado. Después que terminamos de cenar, charlamos un poco de la boda; cosas simples sobre posibles fechas y demás.

Le propuse quedarse a dormir conmigo, pero él se negó, al llegar a mi habitación le marqué a Jullise donde le platiqué los detalles omitiendo algunos. Tuve una noche relajante y con la mente libre de estrés.

Esta mañana cuando estaba lista para irme a la playa, Leonel me sorprendió invitándome a almorzar. Por supuesto que acepte, ya que era una oportunidad para pasar más tiempo juntos y saber más de él.

La comida del hotel estuvo deliciosa, hablamos sobre el viaje, de mi mejor amiga, pero sobre todo coqueteando, uno con el otro. Recorrimos las instalaciones del hotel y después me tomo un par de fotos en bikini.

Cuando nos dirigíamos hacia la habitación nos encontramos a Jullie, quien iba con una bolsa de mano y vestido largo, a tomar el sol y disfrutar nuestro penúltimo día.

Leonel se acostó en la cama boca arriba, entretenido en su teléfono mientras que yo, me puse boca abajo con una mano en la barbilla y con otra en mi teléfono. Revise redes sociales y subí las fotos, no pasaron ni 5 minutos cuando empezó a sonar avisando las notificaciones.

— ¿tan solicitada? — me pregunta y río.

No había notado que había dejado su teléfono y su atención estaba sobre mí.

— Ya sabes, la señorita Ricci siempre.

Me recuesto de lado en su pecho, con su mano acaricia mis mejillas y me sonríe preguntando.

— ¿Me dejas besarte?

Eso no se cuestiona cuando llevo queriéndolo, desde anoche.

Ni siquiera le respondo cuando se inclina tomando mi mentón, besándome. El beso es cálido y suave, sus labios gruesos y suaves besan los míos con delicadeza, muevo mi mano hacia su cuello y doy suaves caricias.

— Eres tan hermosa..

— Eres muy sexy — él se ríe y deja un par de besos más en mis labios y mejillas. — ¡Leo!

Exclamó cuando empieza a dejar besos en todo mi rostro. Pongo mis manos en sus mejillas y se queda quieto, nos miramos unos segundos y no lo pienso más en besarlo pero esta vez con intensidad.

Él besa tan bien...》

Mi teléfono empieza a sonar y él gruñe cuando intenta tocar mis pechos. Ignoro el tono de la llamada, pero empieza a ser más insistente.

— Lo siento..— cuelgo la llamada al ver el nombre de Grecia, pero ella vuelve a insistir. — mierda.

Él se deja caer frustrado y aún estando en su pecho acepto la llamada.

TRAVIESA OBSESIÓNWhere stories live. Discover now