CAPÍTULO 35 || ¿HIJOS? ||

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Leonel D'angelo




(Flashback...)

Me encuentro en la oficina concentrado en los testamentos, mi madre fue una estúpida dejando todo un desastre al igual que su marido.

— Señor D'angelo, tiene una visita ¿La hago pasar?

La voz molesta de mi asistente me hace despejar la mirada de los documentos, estoy hastiado de todo.

— No, dile que no tengo tiempo.

No escucho su respuesta cuando detrás de él aparece una mujer rubia, se dirige hacia mi apartando al inútil del asistente y me pongo de pie.

"Louisse Santoro"

La puedo reconocer ante esa elegancia que desprende.

A una Ricci no se le hace esperar. — Habla sonrienteMucho gusto en conocerte y ni me molesto en presentarme porque ya debes saber quién soy.

Afirmo y le señaló la silla para que tome asiento, ambos lo hacemos y pongo los codos en la mesa mirándola.

Una Ricci en mi hotel no es algo que se ve todos los días.

Seré breve con lo que diré y es hacerte una tentadora propuesta. alzo una ceja — Como sabes, mi hija Amelia es un poco... ¿rebelde? y no sabe lidiar con la prensa.

Ella cruza su pierna y apoya su bolso en su regazo, mientras habla detalla mi oficina la cual se encuentra con cajas.

En este ambiente de millonarios, no es ningún mito que algunos o todos se casan por dinero y mis hijas están consciente de ello. — habla — Un conocido me platico que estas buscando una mujer y mi propuesta es la siguiente: Te comprometes con Amelia y ambos salen ganadores.

Quisiera reírme en su cara ante esa propuesta y su discurso tedioso, ella me mira impaciente esperando una sola palabra de mi boca, pero no encuentro como decirle "No".

Su hija es una basura para mi reputación, los medios de comunicación me adoran y con Amelia solo serían problemas. confieso y ella se queda callada sabiendo que tengo la razón. — Mis estándares están muy altos y aunque ustedes tengan un buen apellido, no me convence.

Cuando suelto las últimas palabras ella alza las cejas incrédulas.

Amelia es una mujer muy hermosa, es muy sumisa y no tendrías problemas para manejarla a tu antojo. — le insiste sacando algo de su bolso. — Te suplico que lo pienses, esta situación con ella nos tiene hartos sobre todo a mí...

Se pone de pie después de dejar una tarjeta con su número privado en el escritorio, me levanto para acompañarla a la puerta y antes de irse me mira.

Te juro que Amelia será tu esposa si o sí.



(Fin del flashback...)




Y todo salió tal cual estaba planeado.

El que acudiera Louisse conmigo no fue ninguna casualidad, así como tampoco rechazar a su hija la cual es todo un dolor de cabeza y no es para nada sumisa.

TRAVIESA OBSESIÓNWhere stories live. Discover now