22. Libre del pasado

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El sábado por la noche, y después de un día muy cansado en la fiscalía, Pedro recibió una llamada. Era Emily.

— ¿Aló?

Pedro, hola. —la voz de su mejor amiga se notaba cansada y apagada. Pedro pensó que quizás era por el horario en que llamaba, mas aún así preguntó.

— ¿Emily, estás bien? ¿Pasó algo?

Un corto silencio se presentó por parte de su amiga, y del otro lado de la llamada se oyó un suspiro.

Me conoces tan bien, Pedro. Por eso eres mi mejor amigo.

Entonces es cierto. Algo ha pasado. —ligeramente el mayor frunció su ceño— ¿Ahora qué ha hecho Martín?

Mn. Pues ya sabes, hemos peleado. Una vez más.

Está vez fue el turno del suspiro cansino de Pedro.

—¿Cómo así?

Pues últimamente ha tenido un muy mal humor durante estos días. En realidad son peleas por todo, cada pequeña cosa le molesta. —Pedro ya podía preveer una tenue sonrisa en los labios de Emily que solo denotaba tristeza— En realidad no es como si las discusiones fueran graves, pero de alguna manera se siente peor que ellas. Es... es como si algo hubiera cambiado, Pedro. Esto es algo que en verdad me afecta. Sé que no llevamos mucho tiempo de casados y por eso aún más mi preocupación de que esta clase de situaciones se presente a inicios de nuestra unión de vidas, y...

Emily, tranquila. Respira pausadamente.

Pedro pudo notar que mientras su mejor amiga le contaba lo sucedido su voz iba cambiando. Ahora era más quebradiza pero no al punto de llorar sino al punto de un ataque de ansiedad. Conocía que su amiga era propensa a ello, y por tal ahora más que nunca trataría de hablar con calma para ayudarla.

—Mira, sé lo que me estás tratando de decir. Así que no tienes que contar más, ¿sí? —al otro lado de la llamada Emily asintió silenciosamente— Bueno, sabes que ahora pienso que no te debes quedar callada sobre esto. Ve y hablalo con Martín. Por el momento es lo más importante. Hazle saber a ese cabrón lo que te está haciendo sentir. Yo los conozco a ambos desde hace muchos años, ambos son mis mejores amigos, he visto lo mucho que se aman y lo mucho que han sufrido para estar juntos. Por más pendejo que ahora se comporte ese idiota argentino, dense el tiempo para hablarlo y solucionarlo. Yo confío en ambos.

—...

— Ambos sabemos que lo que más importa en una relación es la comunicación y la confianza. Sé que entre ustedes lo podrán arreglar. Siempre salen de estas situaciones, no te agobies de antemano. Y de igual manera, si algo malo pasa, yo iré inmediatamente a darle una lección a Martín por andar de culero, ¿sí?

... Muchas gracias, Pedro. Haré lo que me dices, en verdad perdóname por molestarte a estas horas, pero como siempre el hablar contigo me ayuda a calmarme. Te quiero mucho.

Está bien, Emily. Descuida, nunca serás una molestia. Más bien, por ahora tranquilizate y descansa. Ya mañana hablas seriamente con ese cabrón.

Claro, Pedro. Muy buenas noches para ti también, cuidate mucho.

Al cortar la llamada lo único que llamó su atención por ese instante era en lo mucho que quería dormir. Se sentía muy cansado.

Sin embargo, apenas ese pensamiento llegó a su mente, hubieron otros que se presentaron en análisis de la llamada que acababa de tener con su amiga.

Recordaba que cada vez que ella le contaba sobre los problemas que tenía con Martín, una pequeña esperanza brillaba dentro de él en anhelo por Emily. De alguna manera siempre sentía la necesidad de querer aprovecharse de ese desliz para acercarse romanticamente a ella; no obstante este no era el caso.

Te odio pero te amo || MexPer ||Where stories live. Discover now