Te odio pero te amo || MexPer ||

38. Amor y Amistad | Parte 2

El sábado por la noche, en el lugar citado por Miguel, Martín llegó acompañado de su mejor amigo, quien estaba de visita en Perú por unas semanas.

A los pocos segundos de tocar el timbre del departamento, su nuevo amigo Miguel, salió a recibirlos con una gran sonrisa en sus labios.

— ¡Martín! ¡Llegaste!

— Sí... —giró hacia su mejor amigo— Oh, él es Pedro, me está acompañando.

Una vez mencionado, Miguel fijó su mirada brillante en el mexicano, quien era más bajo que Martín, pero al igual que su nuevo amigo, se veía muy apuesto a sus ojos.

— ¡Es un gusto, Pedro!

Le extendió la mano, pero éste no la tomó de vuelta.

— Yo solo vine por los tragos. —se encogió de hombros y entró al departamento.

Miguel parpadeó un par de veces por la presentación, y al final soltó una carcajada que solo fue audible en la entrada.

— Él me agrada. —le dijo a su amigo, todavía riéndose un poco por lo de hace unos segundos.

— Sí, bueno, Pedro es así.

— Oh vamos, no te quedes aquí, pasa. Todavía hay alguien a quien te quiero presentar.

Desde un inicio, Martín se sentía incómodo por esa reunión que tendría con el novio de Miguel y sus amigos; su humor normal dedicado a sus amigos más cercanos, ni siquiera podía relucir un poco, incluso con la compañía de Pedro.

Una vez en el interior, Martín observó algunas personas que estaban en la cocina, conversando en el sofá, probando algunos bocadillos, y otros estaban bebiendo los vasos de licor de la mesa, entre esos, se había acomodado sin timidez alguna, su mejor amigo mexicano.

Martín, podría rodar los ojos y burlarse un poco de Pedro, pero su mente no estaba enfocada en un punto en específico.

Miguel le presentó a varios amigos mexicanos hasta llegar a un chico alto, rubio y con apariencia de modelo estadounidense.

Sus latidos se aceleraron sin saber la razón así como una cierta presión en su pecho y estómago lo acompañaron.

— Martín, él es mi novio, Andrew. Y Andrew, él es mi amigo argentino, Martín.

Miguel sin conocimiento alguno de lo que ocurría, los presentó a ambos con una sincera felicidad que hacían brillar su mirada, así como sus mejillas.

Martín inspeccionó a Andrew de pies a cabeza, quizás buscando algún defecto, y cuando llegó a los ojos azules de éste, descubrió que él también lo inspecciona con una mueca de disgusto.

— Es un gusto. —sin embargo le saludó extendiendo la mano.

Andrew le devolvió el saludo estrechando su mano.

Miguel le dio un empujón a su novio.

— No seas maleducado, respóndele, es tu mayor. —le susurró.

Martín observó la cercanía de ambos.

Miguel volvió a sonreírle, disculpándose.

— Como te dije, Andy tiene 18 años, es menor que yo, pero no lo parece ¿No?

En todo el momento, Miguel fue quien incentivó la charla entre los tres, tratando que su amigo y su novio puedan llevarse bien. Por ese motivo, y porque también Pedro amenizó el ambiente con sus idioteces que solo hacían reír a Miguel y a Sergio [1], Martín trató de integrarse con Andrew y con sus amigos, dejando para otro momento el análisis de su incomodidad de esa noche.