47. Decisión | Parte 3

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¿Qué había sido todo eso? Toda esa charla de confesiones, palabras imposibles que provenían de la boca de Pedro, aquella situación fuera del ámbito de su control.

Miguel, después de las semanas lúgubres que soportó lejos de Pedro, llegó a una conclusión. Si bien le tomaría algo de tiempo deshacerse de sus sentimientos por él, lo haría eventualmente, hablaría sin resentimiento alguno con su ex roomie, no habría mayores conflictos de los necesarios. Ese era un punto en que coincidía con el mexicano, no querían provocar un lío mayor de esto, sería demasiado.

Todo iba muy bien, conversaron sobre lo que sucedió, Miguel le reveló lo de Martín, aunque en sí Pedro ya lo había descubierto antes de sacar el tema a la luz, y éste no hizo comentarios ni preguntas invasivas sobre ese hecho; eso fue algo que agradeció.

No obstante ¿Desde cuándo la conversación se enrumbó al lado equivocado? De pronto la charla amistosa cambió a unas desesperadas palabras por parte de Pedro, palabras que calaron en lo más profundo, aun no queriendo que eso suceda.

El plan era encerrarse en su habitación con el objetivo de que Pedro no lo siguiera agobiando con sus frívolas confesiones e intentos desesperados de darle una oportunidad; así él podría tomar su teléfono y billetera. Lamentablemente, Miguel nunca tuvo la oportunidad de huir. Pedro estaba allí, esperándolo tras la puerta de su habitación.

 Pedro estaba allí, esperándolo tras la puerta de su habitación

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— Sé que no me crees, Miguel. —soltó un bufido sarcástico, echando su cabeza hacia la puerta detrás de él— ¿Quién lo haría, no? En todo el tiempo que estuvimos viviendo juntos, no me he comportado muy bien contigo, además también sabes todo mi historial. Creo que ya no hay nada más que te pueda ocultar.

— ...

— Tienes razón en sospechar de mí y recriminarme por todo lo que te hice pasar. Hasta yo sé eso. —hubo otro corto silencio— Pero Miguel, yo en verdad estoy enamorado de ti. Nunca mentiría en eso y lo sabes muy bien conociendo mi personalidad. Incluso dejé pasar la oportunidad que Emily me concedió. —esbozó una pequeña sonrisa irónica.

Pedro se acomodó en el suelo, donde se encontraba sentado a fin de seguir hablando.

— Cierto, creo que eso sí no lo sabes, sucedió hace poco, después de que te marchaste. —comparado a la forma en que siempre se comunicaba, su tono de voz permanecía neutro y casi calmado, con un ligero toque de nostalgia— Fue una noche en la que me dispuse a buscarte con la finalidad de arreglar nuestra ultima discusión. Emily me visitó y me habló sobre sus conflictos internos acerca de su vida con Martín y lo que ella creía. —no había mas que silencio proveniente de la habitación de Miguel— Ella me confesó que si pudiera volver en el tiempo, me daría una oportunidad, y me preguntó mi opinión. —su mirada se alzó hacia el techo, sin mirar a algún punto en especifico— ¿Ves? Quizás no soy tan malo en el amor si incluso me consideran como la mejor opción. —bromeó borrando casi al instante su sonrisa a fin de proseguir— Bueno, el punto aquí es, que justo en ese momento, en mi mente solo estabas tú ¿Entiendes? —suspiró largamente— La persona que yo consideraba como el gran amor de mi vida me estaba proponiendo tener una relación, pero para mí solo importabas tú.

Te odio pero te amo || MexPer ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora