El matrimonio favorito del joven general (ABO)

Capitulo 81☆ Volver con la victoria

        Cuando Ye Yan llegó, la princesa estaba acariciando suavemente la espalda de Gao Buyuan y le susurró: "Pequeño Yuan, está bien, se despertará".

        El aspecto de Gao Buyuan no era diferente al de antes, salvo que sus ojos estaban vacíos y sus dedos se agarraban a la manga.

        No podía creer lo que estaba sucediendo, y todavía estaba en un estado de incredulidad, incluso cuando su comportamiento comenzó a decaer.

        Ye Yan se apresuró a pasar, y su madre le advirtió que caminara más despacio porque su paso era demasiado rápido.

        "¿Dónde está mi hermano?" Ye Yan estaba un poco agitado, "¿Qué dijo el doctor?"

        La princesa parecía cansada: "Sigue en la UCI. El ayudante dijo que podría haber escapado de una pieza para salvar a una niña ......, pero los rebeldes le habían lavado el cerebro y qué ha atacado con un atentado suicida, para morir con tu hermano".

        Ye Yan se quedó boquiabierto, y el hombre que estaba a su lado, Gao Buyuan, había estado sentado en un banco del pasillo del hospital con la cabeza inclinada, en silencio, como si la princesa y Ye Yan estuvieran discutiendo no sobre el padre del niño que llevaba en su vientre, ni sobre su marido, sino sobre un personaje de un libro.

        No podía creer que fuera cierto.

        La Princesa suspiró suavemente y continuó: "He Yang lo empujó, y Yang Yang y tu padre, y los demás, siguen luchando. El ayudante envió a tu hermano para que lo trataran primero ....... El médico dijo que había sufrido un golpe en la cabeza y que tendría que estar en observación durante un tiempo antes de estar seguro de que estaba bien y se despertaría".

        "Kid ...... mi hermano él ......"

        "Como sabes, a tu segundo hermano le encantan los niños ...... quién iba a decir eso". La princesa no pudo evitar atragantarse un poco, pero aún así se contuvo: "La familia Ye, nacida para morir luchando por el imperio, es el héroe del país".

        Las lágrimas de Ye Yan cruzaron silenciosamente el lado de su cara, pero Gao Buyuan todavía no lloró.

        No lloró hasta que llegaron más y más personas y lo rodearon, consolándolo y diciéndole que Ye Zhikong estaría bien. Desde el principio, estaba confundido porque pensaba que era una pesadilla. Había estado preocupado por la seguridad de Ye Zhikong todos estos días, pero nunca pensó que resultaría ser una pesadilla, no un hermoso sueño.

        Ya había vivido una pesadilla así una vez, hace más de diez años.

        Atravesó la multitud para ver a su padre respirando a través de un tubo en la UCI y le preguntó a su madre en un susurro si se despertaría.

        No tenía ni idea de que esta escena de pesadilla volvería a perseguirle.

        Por un momento, el remordimiento, el remordimiento, el arrepentimiento y la pena le rodearon, agobiándole y dejándole casi sin aliento.

        La multitud finalmente se dispersó y la princesa y su hermano mayor fueron a enfrentarse a los periodistas, dejando a Ye Yan y Gao Buyuan sentados juntos en un banco.

        "Mayor General Gao, no esté tan triste. Mi hermano se despertará". Ye Yan tranquilizó a Gao Buyuan: "No nos dejará tan fácilmente, aún tiene que despertar y ser el buen padre que soñó".

        La luz púrpura de la red protectora del Imperio que había fuera de la ventana era cegadora. Gao Buyuan entrecerró los ojos al traje de batalla con la sangre de Ye Zhikong que el ayudante le había deslizado antes.