Barcelona e Ibiza... ¿otra vez?

54 4 10
                                    

CAPÍTULO 42🎤

—¡Cariño! —Ivona exclamó, lanzándose a los brazos de Max.

Escondí una sonrisa al recordar la primera vez que escuché ese mote entre ellos. Max se dio cuenta porque me dio una sonrisa de complicidad.

Y no, no es lo que pensabais. No me puse celosa sin saber que era su hermana y no alguna amiga suya.

Bueno, vale, sí lo hice.

No me culpéis, ¿bien? Pero si de repente ves en el móvil de tu novio que una chica le llama amor, lo que menos haces es ignorarlo.

—Almu —Miki me dio una cálida sonrisa, quitándose las gafas.

—Hola —le di dos besos.

Ivi se despegó de Max para mirarme con una sonrisa enorme y empezar a apretujarme entre sus brazos. Intenté no morir ahogada y me esforcé por sonreír.

—¡Que alegría verte de nuevo!

—Lo mismo digo —susurré un poco tímida.

Aún seguía teniendo la duda de si a Ivi le caía bien.

—Venga, hay una hora de viaje a casa —ella sonrió cogiendo nuestras maletas.

Me senté en la parte trasera del coche y por la otra puerta apareció el cuerpo de Max, para después deslizarse hasta quedar a mi lado y mirarme por un par de segundos en silencio, a lo que yo respondí huyendo de su mirada y esperando a que Miki se preparase para empezar a conducir.

—¿Estáis muy cansados? —Ivi giró su cabeza hacia nosotros.

—No hemos dormido apenas —susurré—. Hemos tenido que hacer varias paradas para que el otro pudiese descansar.

—¿Os habéis tirado todo el viaje durmiendo?

—Sí —Max me miró.

Ella arrugó las cejas mirándonos a los dos por varios segundos y fingí que nada pasaba. No quería poner en una posición incómoda a Ivi y Miki. Si ellos sabían que a Max y a mi nos pasaba algo, probablemente tratarían de hablarlo con Max, porque tenían más confianza con él.

Y no creo que a Max le gustara explicar lo que había pasado.

Ivi puso la radio y subió el volumen en cuanto vio que de su lista de reproducción empezó a sonar una canción de Selena Gómez.

—Como no amar a Selena —susurró subiendo aún más el volumen y haciendo imposible escucharlos.

En cuanto empezó a sonar la canción, supe que se la dedicaría a Max. Y, dios, cuanto me apeteció empezar a cantarla a todo pulmón mientras le señalaba, pero me quedé callada, cantándola en mi cabeza y analizando cada frase que sonaba. Porque sí, me sabía la canción de memoria.

Thought that I could chase you with the cold evening.

Let a couple years water down how I'm feeling about you.

La mano de Max envolvió las mias y me obligó a mirarle cuando supo que me quedé mirando a un punto fijo.

Así que decidí cantarla.

You can break my heart in two, but when it heals, it beats for you —no paré de mirarle a los ojos, susurrando en bajito la canción—. I know it's forward but it's true.

Él apretó más mis manos.

Y enseguida tuve la ayuda de Ivi, empezando a cantar la canción conmigo.

I wanna hold you when I'm not supposed to, when I'm laying close to someone else. You're stuck in my head and I can't get you out of it.

Ella empezó a cantar a todo pulmón, así que decidí subir mi tono y dedicárselo por lo grande.

If I could do it all again, I know I'd go back to you.

Miki y Max compartieron una mirada rápida y divertida. Yo en cambio, agarré la cara de Max y seguí cantando cerca de él.

I know I'd go back to you —asentí.

Never got it right... overthinking every work and I hate it, 'cause it's not me.

Hizo algo que me sorprendió bastante, porque enseguida me agarró del brazo y tiró de mi.

And what's the point in hiding? Everybody knows we got unfinished business —empezó a cantarme.

Él pronunciaba muchísimo mejor que yo. Y por un momento no pude evitar avergonzarme de mi pésima pronunciación. Aunque enseguida se me olvidó al ver que me estaba cantando.

You can break my heart in two, but when it heals, it beats for you. I know it's forward but it's true.

Empece a cantar con él, sin parar de mírale a los ojos. Ivi y Miki lo notaron, porque compartieron una mirada cómplice y siguieron cantando. Yo no me di cuenta de que habían subido el volumen, hasta que la siguiente estrofa retumbó en mi cuerpo y nos encontrábamos los cuatro cantando a todo pulmón.

I wanna hold you when I'm not supposed to, when I'm laying close to someone else. You're stuck in my head and I can't get you out of it —apreté las manos de Max y por fin le sonreí—. If I could do it all again, I know I'd go back to you.

—I'd go back to you... what was there wasn't sure, but I'd go back to you...

Susurré cerca de su boca y él decidió por fin estampar sus labios contra los míos con suavidad. La música siguió sonando y cada palabra sentí como si me atravesara el alma, como si estuviera hecha para nosotros dos en ese mismo instante.

Won't lie —cantamos los dos con una sonrisa—. You know, my thoughts are running loose. It's just a thing you make me do.

Los cuatro seguimos cantando el resto de la canción. Y yo solo me molesté en mirar fijamente a Max mientras él me acariciaba la cara con su mano, y con la otra me apretaba de la otra mano.

No lo sé, pero tal vez esa canción pudo calmarme un poco. Porque cada cosa que estaba escuchando representaba mi situación cuando él se fue, y cuando volvió; todos esos sentimientos los volví a sentir como una bomba en ese preciso instante, y pude volver a confirmar que podría enamorarme mil veces más de él por mucho daño que nos hiciéramos.

Porque podía romper mi corazón en dos y seguiría amándolo de la misma forma. Porque cuando más le odié seguía queriendo abrazarle, sin poder sacarle de mi cabeza, sabía que lo haría de nuevo; volvería con él.

En cuanto la canción se terminó, Ivi se volteó para mirarme.

No tienes mala pronunciación en el inglés —carcajeó.

Al lado de vosotros soy un desastre —bromeé.

—En realidad, tu pronunciación es muy bonita —Max sonrío.

Ivi apretó los labios, intentando no sonreír.

—Podríamos hablar en inglés para mejorar nuestra pronunciación, Almu —Miki me miró a través del retrovisor con una sonrisa maliciosa.

—Entiendo bien el inglés, lo que me cuesta es responder —alcé las cejas—. Me va a tocar volver a usar Duolingo —volví a bromear.

—Hum, you can sing the song but you can't talk with a native speaker —Max dijo—. That's funny.

—No, it isn't —susurré avergonzada.

—I think that from today I will speak to you in English.

—So funny, but no —negué.

—Además, no todos mis lectores saben inglés. No sería justo que leyesen el libro y a mitad encontrasen diálogos en inglés —sonreí.

—Buena técnica —Max rodó los ojos.

—¿Libro? —Ivi arrugó las cejas—. ¿Piensas publicar la segunda parte?

—Que esto no salga de aquí —me toqué la frente y Max empezó a reír.

La chica del vestido rojo [MY LIFE AFTER HIM] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora