La chica del vestido rojo [MY LIFE AFTER HIM] (EN EDICIÓN)

Barcelona ♡

CAPÍTULO 8🌇

Observé el bikini negro entre mis manos y suspiré. Emma y Lucia me obligaron a parar en tiendas de ropa cuando llegamos a Barcelona. Me ordenaron, con palabras específicas que «tenía que estar guapa para cuando Max me viese» así que, nos encontrábamos las tres haciendo compras de todo tipo: zapatos, vestidos, bikinis; todo lo que una chica deseaba en una tarde de compras.

Y si, nuestro plan era ir a Burgos y volver a Madrid el mismo día, pero los planes cambiaron porque no nos daba tiempo de volver a Madrid estando en Barcelona. Así que decidimos tener unas vacaciones.

Tres días en Barcelona. Hablaríamos con la hermana de Max, encontraríamos a Max —aún no estaba segura si me atrevería a hablar con él— y volveríamos a Madrid. Tres días eran suficiente.

—¡Este! —Emma chilló y la cajera pegó un salto—. Este tanga es perfecto —me miró con picardía.

Resoplé poniendo los ojos en blanco mientras le quité el tanga de las manos.

—Que no voy a acostarme con él.

—Bueno... pero no tenemos ropa para estos tres días, ¿vas a estar con el mismo tanga?

Minutos después, las tres llenamos nuestras manos de ropa interior y se lo tendimos a la cajera.

—Ya de paso aprovechamos y tenemos algo nuevo en nuestros armarios —susurré a mis amigas riéndonos. Después de salir a la calle e ir corriendo a las tiendas y pasar la tarde así, por fin estábamos en la última.

—El bikini azul, rojo y blanco que te has cogido te van a quedar perfectos —Emma me animó. Me estaban entrando ganas de estrenar todo lo que le había comprado.

—Este vestido... —Lucia susurró colocando el vestido blanco en mi pecho—. Es perfecto.

—Te lo llevas —Emma asintió.

—Mi tarjeta quema.

—Cuando te vea Max no te va a reconocer de lo perfecta que estarás, me aseguraré de eso.

—Ni siquiera sé si hablaremos —confesé cogiendo las bolsas llenas de ropa que la cajera nos tendió—. Tal vez no me atreva.

—No seas tonta, tienes que hablar con él —Lucia volteó su cabeza hacia mi dirección para mirarme. Ella iba delante de Emma y de mi, saliendo de la tienda.

—Ya veremos...

Colocamos las bolsas junto a las demás en el maletero y nos montamos en el coche. Empecé a conducir hasta llegar al hotel donde reservé de camino a Barcelona.

Aparqué junto a los otros coches y me bajé con mis amigas. Mire frente a mi "Hotel AC Gava Mar" en letras grandes. Todo se veía bastante bonito, fue el único hotel que me gustó.

Entramos a recepción y la chica nos atendió enseguida.

—Reservamos tres habitaciones para hoy —informé y ella asintió.

—Esperen unos segundos— me sonrió.

Me senté en el sofá que había en la entrada junto con mis mejores amigas y esperamos.

—¿Como vamos a subir todas las bolsas? Nos hemos pasado comprando... —Lucia se tocó la frente.

—¿Tú crees? Vosotras no parabais de insistir en que no teníamos nada nuevo en nuestros armarios.

—Son solo las siete de la tarde, nos duchamos y arreglamos y salimos a dar una vuelta por Barcelona, ¿vale? —Emma dijo sin quitar sus ojos del móvil y nosotras asentimos. Quería mostrarnos Barcelona, yo viví en Sabadell pero de poco me acordaba porque solo tenía seis años.